- Es un adelanto, para pagar las nóminas, de los 1.169,5 millones de euros previstos en el plan de rescate.
- El remedio a la falta de liquidez llega en las mismas condiciones financieras, con coste real del 24%.
- La empresa mantiene el suspense sobre la adhesión de los acreedores: necesita el 75% de apoyo.
- Gonzalo Urquijo avanza en los próximos pasos para la supervivencia del grupo andaluz, más jibarizado.
Los
hedges funds han puesto 50 millones de euros en las arcas de
Abengoa para que la tecnológica andaluza pueda pagar las nóminas a sus más de 20.000 trabajadores en octubre. Pero no ha sido a cambio de nada. No es más que un
adelanto de lo que pondrán los fondos según lo previsto en el plan de
reestructuración financiera: 1.169,5 millones de euros antes de final de año, 515 millones de ellos dinero nuevo.
La empresa no ha comunicado nada, mientras tanto, del apoyo de los acreedores a ese
plan de rescate. Necesita un
75% de adhesiones antes de pedir la
homologación judicial. El día 28 de este mes expira la prórroga de siete meses de la fase de preconcurso dada por el juez sevillano de lo Mercantil.
El proceso de adhesiones empezó el 26 de septiembre y concluye el 25 de octubre, con la
asamblea general de los bonistas. El anuncio sigue colgado en su
página web.
La aportación de los 50 millones se realiza en las mismas condiciones financieras que el rescate. Es decir, con un
coste real del 24%.
Ya les contamos, que a los
hedges funds no les preocupa la gestión, sino el cobro de
intereses, lo que explica el airado debate sobre los
avales, que retrasó la firma del acuerdo. Y los
bancos, por su lado, han colocado en Abengoa a
Gonzalo Urquijo, presidente de Arcelor-Mittal, de la que no se ha desvinculado, aunque está físicamente en la tecnológica. Ya se ha notado su mano en los resultados del primer semestre, con la
limpieza de balance y continuará en los siguientes compases de la tecnológica andaluza. La consecuencia ineludible será su
jibarización.
Al margen de su menguante actividad, la situación crítica de Abengoa tiene un termómetro en sus problemas de liquidez. Ahora está en las nóminas para llegar a fin de mes. Es la
asfixia financiera, la misma que le llevó a pedir un
crédito de 189 millones de euros en septiembre para pagar otro de 116 millones suscrito con Talos en octubre de 2015 y otro de 200 para pagar las nóminas.
Rafael Esparza