En el año 1985, el psiquiatra Juan Antonio Vallejo Nájera publicó su precioso libro “Concierto para instrumentos desafinados”, en el que recuperaba para los enfermos mentales su dignidad humana y resultaba un canto esperanzador a la vida. La película Especiales, de los directores franceses Olivier Nakache y Éric Toledano (recordados por la taquillera Intocable), tiene la misma función: dar visibilidad a casos tremendamente complicados de autismo y dejando claro que la sociedad tiene la obligación de atenderlos en condiciones dignas.

Especiales se basa en una historia real, la de Bruno y Malik, dos amigos que llevan veinte años luchando en Francia para hacer algo más llevadera la vida de niños y adolescentes autistas. Profesar en diferentes religiones, uno es judío y otro musulmán, nunca ha sido un problema, porque ambos colaboran y son los responsables de dos organizaciones sin ánimo de lucro que forman a jóvenes para que sean cuidadores de casos extremos.

Más próxima al docudrama que a una película de ficción, la película acerca el día a día de estos hombres y mujeres que luchan contra una batalla humana aparentemente imposible, cuyo mínimo logro supone todo un triunfo. Un proyecto con personas calificadas ahora de “diversos” para quienes la sociedad no parece tener hueco. El carácter realista del relato la aleja del “buenismo” de la película española Campeones.

La inspiración de la misma proviene de que uno de los directores, Éric Toledano, conoció hace veinte años a uno de los impulsores de este proyecto, Stéphane Benhamou,  creador de la asociación “Le Silence des Justes”, especializada en el cuidado de niños y adolescentes autistas y en su integración en la sociedad, a los que no atendían los servicios públicos.

Nada complaciente en la presentación de casos dramáticos, la película emociona en muchas secuencias, por ejemplo cuando plasma la preocupación de muchos padres de esos niños sobre cuál será su futuro cuando ellos falten. Real como la vida misma.

En nuestro país se han organizado más de 85 preestrenos solidarios cuya recaudación irá destinará a proyectos humanitarios. En Francia, su país de origen, llevó al cine a más de 2 millones de espectadores

Para: los que crean que todos los niños, tengan las necesidades que tengan, tienen derecho a ser bien atendidos.