Como todos, especialmente todos los periodistas, aunque alguien se crea lo contrario, soy esclavo de la manipulación que los grandes medios hacen de las palabras del Papa Francisco. Sí, los periodistas nos creemos que somos los que creamos opinión pública cuando somos los más manipulados por nuestra adhesión a lo políticamente correcto, es decir al consenso que, a su vez, manipula la realidad. Eso sí, en nuestro caso el asunto resulta más grave, porque los periodistas tenemos esa realidad ante nuestras propias narices.

Ejemplo: cuando leí el mensaje de felicitación del Papa al nuevo presidente norteamericano, Joe Biden, no caí en la cuenta de que las palabras de Francisco al nuevo presidente para defender “a los que no tienen voz” no era la topicona referencia a la defensa de pobres y menesterosos varios. No: era una referencia papal a la defensa del más indefenso y más inocente de todos los seres humanos: el concebido y no nacido. Sí, yo también soy un periodista manipulado.

El Nuevo Orden Mundial (NOM) no quiere destruir a la Iglesia, lo que quiere es conquistarla… que es la mejor forma de aniquilarla

La felicitación papal fue emitida, de perfecto acuerdo, como explica Santiago Martín en ‘Católicos on line’, horas antes de que el arzobispo de Los Ángeles y presidente de la Conferencia Episcopal norteamericana, José Gómez, le recordara al muy católico Joe Biden que no se puede ser católico y defender el aborto: o lo uno o lo otro. Naturalmente, el muy archicatólico Biden no le ha hecho ni caso y ya ha revertido toda la obra de Trump: Estados Unidos vuelve a financiar, con dinero público, el aborto, dentro y fuera de Estados Unidos

Lo cuenta Santiago Martín en su artículo en el precitado artículo de ‘Católicos on line’, que lleva por título ‘La verdadera unidad’: el arzobispo de los Ángeles y presidente de la conferencia Episcopal norteamericana, monseñor José Gómez, dirigió una carta al nuevo presidente recordándole la doctrina cristiana, sólo eso.

Lo curioso es que el arzobispo de Chicago, Cardenal Cupich, se apresuró a reñir a Gómez por su “desafortunada” misiva: ¿Desafortunada?

De esa división en la jerarquía es de la que se aprovecha Biden para presentarse como católico, lo que le permite mantener el cordón umbilical con la sensatez, al menos en opinión de muchos electores, a la vez que fomenta el homicidio y el ensañamiento con el más débil, el nonato… y esta es la marca de fábrica del Nuevo Orden Mundial (NOM).

Pero, como concluye Santiago Martín:

Imponiendo dentro de la Iglesia la censura para no molestar al mundo, no se logrará la unidad, sino que se ahondará la división hasta que se llegue a la ruptura”.

Así que bendita división la de los obispos norteamericanos, porque esta división viene provocada por el hecho de que los obispos progres callan y con ello colaboran a la confusión de los buenos y a la desfachatez de los malos, mientras otros -un ejemplo para los habitualmente silentes obispos españoles- como el obispo Pepe Gómez, de Los Ángeles, tiene a la valentía de asegurar que el señor Joe Biden, no es un presidente católico: sólo es un presidente que, además, se dice católico.

A ver si nos metemos en la cabeza que el Nuevo Orden Mundial (NOM) no quiere destruir a la Iglesia, lo que quiere es conquistarla… que es la mejor forma de aniquilarla.