Bildu también ha dado el paso: el objetivo ya no es Juan Carlos I -sólo era la excusa- sino Felipe VI. No está mal que un proetarra, es decir, el representante de un grupo terrorista que ha intentando asesinar a Juan Carlos I una y otra vez, califique al susodicho como “criminal”, pero es lo que ocurrió en la mañana del miércoles 22 en el Congreso de los Diputados.

Pregunta dirigida a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, quien ,por cierto, tras atacar, vociferante a Cayetana Álvarez de Toledo, del PP, se mostró exquisita con Jon Iñarritu, el diputado de EH Bildu, que exigía al Ejecutivo un referéndum para echar al Rey y alcanzar la III República.

Carmen Calvo asegura que la Jefatura del Estado no está en cuestión en este país… a pesar de los esfuerzos de su gobierno por ponerla en cuestión

Carmen Calvo aseguró, serena pero firme, muy educada, que la Jefatura del Estado no está en cuestión en este país… a pesar de los encomiables esfuerzos de su gobierno por ponerla en cuestión.

Porque, ojo, no es ni Iglesias, ni Otegui, ni Rufián quienes sacan de quicio a S.M. Felipe VI. El que le saca de quicio es Pedro Sánchez, con su actitud neutral en el asunto: no te vamos a echar, Felipe pero tú sí que tendrás que echar a tu padre de Zarzuela, porque he leído noticias que resultan “inquietantes y perturbadoras”. ¡Cielos!

Lo cierto es que Felipe VI se encuentra hoy al borde del abismo, tras crearse un consenso republicano… que la actitud chulesca de Sánchez ha conseguido convertir en un clamor.

La entrega del Rey en manos de la masonería en el homenaje a las víctimas será su subida al cadalso o su huída al exilio: los católicos empiezan a retirarle su apoyo

Felipe VI se encuentra, en verdad, en su peor momento de su sexenio como monarca. El Rey comprende ahora, -quizás un poco tarde- que debió impedir que Sánchez introdujera a los comunistas de Pablo Iglesias en el Gobierno. No se atrevió, aunque era su función, cuando Felipe González le propuso la Operación Borrell y ahora tiene lo esperable.

Ahora, es ese mismo gobierno socio-comunista quien intenta echarle. Sí, el PSOE también. Y no le va a ayudar nada entregarse a la masonería en el ridículo homenaje a las víctimas del coronavirus. Eso puede suponer el punto de no retorno, su subida al cadalso -tranquilos, cadalso político- o su marcha al exilio. Porque tras aquella ceremonia, mitad pagano-esotérica, mitad satánica, 100 por 100 esotérica, resulta que los católicos españoles también le han retirado su apoyo.

 Y lo peor de todo: el último exilio regio en España terminó en Guerra Civil

Y lo peor de todo: el último exilio regio en España, la de su bisabuelo Alfonso XIII terminó en Guerra Civil.

Sin católicos y sin socialistas, Felipe VI se ha convertido en el juguete roto de la política española.