El Congreso de los Diputados se enfrenta hoy a una intensa jornada: el debate y la votación sobre la admisión del proyecto de despenalización de la eutanasia. El nuevo Gobierno del PSOE registró la propuesta cuando todavía era oposición, durante los primeros días de mayo. Se trata de una norma que quiere convertir la eutanasia en un derecho  -como el aborto-  al que se pueda tener acceso en la Sanidad pública, es decir, para que fuera financiada por todos los españoles.

El Gobierno y el PSOE dan por hecho que en unos meses esta norma estará aprobada y en vigor al menos con la misma mayoría que hizo a Sánchez presidente. Aun así, los socialistas intentarán sumar también a Ciudadanos, según El Mundo.

El Congreso está estudiando, en fase de ponencia, una proposición de Ciudadanos sobre muerte digna que sólo regula cómo aminorar el sufrimiento en los momentos finales de la vida, algo muy distinto a la eutanasia que promueve el PSOE, añade El Mundo.

Se trata de una norma que quiere convertir la eutanasia en un derecho, al igual que el aborto

La proposición socialista de Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia plantea incluir la eutanasia como una prestación más en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud (SNS). Los pacientes con una discapacidad grave, un sufrimiento físico y psíquico «intolerable, insoportable e irreversible» o una «altísima» dependencia de otras personas y con un diagnóstico realizado por un profesional sanitario podrán pedir la eutanasia de acuerdo con sus «valores vitales».  La norma sí se detiene en «lo invalidante que sea el mal que sufre el paciente» o en «el sufrimiento que genera».

Una vez solicitada la eutanasia, y tras ser informado y formado debidamente por un profesional médico, la ley establece la necesidad de contar con una segunda opinión médica. La petición avalada por los dos médicos se debe dirigir después a un comité ético gestionado por cada comunidad autónoma y compuesto por médicos, juristas y profesionales de reconocido prestigio. Este órgano tendrá la última palabra.

Varios médicos y especialistas en ética influyentes han publicado conjuntamente un comentario en la Revista de Cuidados Paliativos que se opone a cualquier cambio de política

Todo el proceso no podrá durar más de 32 días desde la petición inicial, para evitar esperas indebidas en un proceso que ya es lo suficientemente doloroso en sí. Además, como explican desde el PSOE, los médicos siempre podrán apelar a la objeción de conciencia para no practicarla.

Finalmente, la muerte se puede producir mediante eutanasia activa o a través de un suicidio asistido en el que el paciente toma la medicación que le produce el fallecimiento.

Dicho todo esto, ¿cuáles son los cinco mejores argumentos contra la eutanasia?

A medida que las sociedades médicas de todo el mundo consideran cambios en su posición sobre la eutanasia, varios médicos y especialistas en ética influyentes han publicado conjuntamente un comentario en la Revista de Cuidados Paliativos que se opone a cualquier cambio de política, recoge Infocatólica de Lifenews.

Entre los autores del artículo, titulado «Suicidio asistido por médicos y eutanasia: temas emergentes desde una perspectiva global» , están Daniel Sulmasy de la Universidad de Georgetown, que formó parte de la Comisión para el Estudio de Cuestiones Bioéticas del presidente Obama, Margaret Somerville, académica jurídica y uno de los más acérrimos opositores a la legalización de la eutanasia en Canadá, y el influyente especialista en cuidados paliativos Lukas Radbruch.

Los autores resumen lo que consideran las cinco razones más fuertes para oponerse a la eutanasia

Los autores resumen lo que consideran las cinco razones más fuertes para oponerse a la eutanasia. Incluyen:

1) «Pendientes resbaladizas»: los autores afirman que «a pesar de las salvaguardas para la eutanasia en los Países Bajos y Bélgica, hay datos de que las salvaguardas son ineficaces y violadas ... Permitir la eutanasia voluntaria ha llevado a la eutanasia involuntaria».

2) «Falta de autodeterminación»: los autores señalan que muchas expresiones de un deseo de muerte no significan que un paciente desee la eutanasia o el suicidio asistido; «Como las solicitudes individuales para la eutanasia son a menudo lábiles, de origen complejo y están sujetas a las cambiantes prioridades del individuo, tales solicitudes requieren atención cuidadosa y repetitiva».

3) «Cuidados paliativos inadecuados»: El conocimiento holístico de los cuidados paliativos, afirman, es la obligación ética más urgente de las jurisdicciones en todo el mundo en lugar de legalizar PAS-E.

4) «Profesionalismo médico»: los médicos que colaboran en PAS-E, argumentan los autores, amenazan la integridad moral de la profesión médica.

5) «Diferencia entre medios y fines»: la presión por PAS-E confunde el problema del sufrimiento con la vida de la persona: «Debemos matar el dolor y el sufrimiento, no a la persona con dolor y sufrimiento».

En resumen, no hay que matar a nadie para reducir el dolor. Y la puerta que está abriendo Pedro Sánchez es muy peligrosa.