En 20 años, el PIB de China se ha multiplicado por 10. En 2020 creció un 2,6%. Sí, en 2020, justo el año del virus chino, el mismo que ha condenado al desastre económico al conjunto de Occidente.

Pero no se puede decir que el virus nació en China, no puedes ni tan siquiera llamarle virus chino porque eso es racismo. Y, al final, resulta que la remontada china comenzó en el segundo trimestre del año mientras en las economías occidentales aún no ha comenzado.

En resumen, China se burla de Occidente. El virus era chino y, por supuesto, Donald Trump tenía razón.

Lo más grave no es que China se convierta en la primera potencia mundial sino que imponga su modelo de un país/dos sistemas: sistema político comunista y sistema económico capitalista. Es decir, el fin de la libertad.

Trump intentó parar a China. Ahora, el pro-chino Biden le dará entrada de nuevo. Pero insisto, lo peor es que la mayor tiranía del mundo expanda su repugnante modelo por el mundo. Un modelo que adora a Mammon (el dios-dinero) y que se ha mostrado especialmente inclemente con la disidencia. Fue Mao Zedong quien inventó los campos de reeducación.