Una cosa es lo que ponen los papeles y otra distinta lo que sucede en realidad. Teoría y práctica no siempre coinciden, por ejemplo, en Telefónica, donde podemos hablar no de uno ni de dos, sino de hasta tres ‘presidentes’, cada uno con su propio gabinete y, lo que es más importante, con su propia parcela, estanca, de poder. Hablamos de Emilio Gayo y Javier de Paz, además del presidente del Grupo, Marc Murtra.
Vamos con Gayo. El consejero delegado de Telefónica, hombre próximo a Zapatero que estuvo en línea de salida con Pallete, ha nombrado a María García-Legaz jefa de su gabinete tras ser nombrada por Murtra, Directora de Transformación, un cargo de nueva creación. García-Legaz era la directora de la Oficina del Presidente.
Fichaje importante es el de José Arias, como director de Estrategia. Arias proviene de la consultora Spencer Stuart y en sus manos está el nuevo plan estratégico que, al parecer, se presentará a finales de noviembre. Veremos entonces si la operadora apuesta finalmente por la consolidación nacional antes que por la transfronteriza y por la industria de Defensa, contraviniendo al propio Murtra cuando lo descartó a finales de febrero, durante la presentación de resultados anuales.
Seguimos con Gayo y hablamos del nombramiento de dos personas que fueron clave durante su anterior etapa como presidente de Telefónica España. Son Adrián García Nevado, director de Telefónica Empresas hasta finales de 2024 y a partir de ahora consultor externo del consejero delegado, y de Óscar Candiles, responsable del negocio minorista en nuestro país.
Para terminar, Gayo ha nombrado a Sergio Sánchez, exdirector de Operaciones, director de Tecnología. No confundir con el Sergio Sánchez, exdircom del CNI y exdirector de relaciones institucionales de Indra, que ha fichado Javier de Paz para esta nueva etapa de Movistar+.
Tras estos nuevos fichajes y nombramientos se esconde una realidad muy preocupante. El CEO de Telefónica Brasil, Christian Gebara, no admite que Gayo interfiera en su trabajo, que considera excelente. Brasil se ha convertido en la filial más importante de Iberoamérica y uno de los motores del Grupo. El anterior CEO, Ángel Vilá, sí era bien recibido. Gayo no.
Algo similar le sucede en Reino Unido, donde Mike Fries, cofundador de Liberty Global, dueño del 50% de Virgin Media O2, la joint venture que tiene con Telefónica, no quiere verle por ahí. Mientras, en Alemania, la operadora todavía no tiene clara la hoja de ruta tras la pérdida en 2023 del mejor cliente mayorista y ante la necesidad de realizar inversiones elevadas. Veremos cómo queda en el nuevo plan estratégico. Y de Hispanoamérica mejor no hablamos, tras las ventas en cadena desde la llegada de Murtra.
En definitiva, el perímetro real de actuación de Emilio Gayo ha quedado reducido a Telefónica España, filial presidida por Borja Ochoa a quien Gayo le hizo el equipo aprovechando que se fue de vacaciones antes de tomar posesión de su cargo, como adelantó Hispanidad.
El tercer ‘presidente’ es Javier de Paz, hombre destacado de Zapatero, ahora máximo responsable de Movistar+ y uno de los más antiguos de la casa en todos los niveles, cuenta con Marta Machicot, directora global de Personas de Telefónica y con Pablo de Carvajal, secretario general y del Consejo de la operadora, además de director de Operadores y Regulación.
Lo dicho: de los tres ‘presidentes’ de Telefónica, el que ostenta actualmente una posición más débil es Murtra, el presidente de verdad. Y sí, ahora mismo la compañía es un caos de gobernanza.