La Administración Trump perdió el pulso contra Maduro durante su primer mandato y no está dispuesta a fracasar otra vez. Por eso, en la Casa Blanca se han tomado muy en serio la vinculación del narco régimen venezolano con el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, a quien ya le han advertido, vía embajada en España, que tiene que romper cualquier relación con Maduro.

En EEUU se toman muy en serio estos asuntos. Baste con recordar el viaje que tuvo que realizar Álvarez-Pallete a Washington, donde la Administración Biden le dijo que Huawei era un peligro para la seguridad de Occidente y que, en consecuencia, tenía que rescindir los contratos de Telefónica con la empresa china.

Ahora no es Huawei -es Bruselas la que presiona para que abandone a la empresa china- sino Maduro. El problema es que ZP se ha negado a romper con el régimen bolivariano y eso es grave y tiene consecuencias. La primera, el futuro inmediato de Telefónica Venezuela, filial que el presidente de Telefónica, Marc Murtra, está dispuesto a vender tras su negativa a hacerlo, tan sólo hace unos meses, y confirmar la inversión en ella de 500 millones de euros. En definitiva, Murtra se ha enredado en Venezuela… con los tejemanejes de Zapatero, a quien presiona EEUU.

En este contexto, Laura Abasolo vuelve a salir a la palestra, por la negativa del PNV a que la despidan. Desde el Partido Nacionalista Vasco argumentan que la directora financiera de Telefónica y esposa de Antón Arriola, presidente de Kutxabank, no tiene la culpa del desastre de Hispam, la división que agrupa a todas las filiales de Telefónica en Iberoamérica, salvo Brasil.

Lo cierto es que Abasolo actuó en su momento según las órdenes de Álvarez-Pallete, que se negó a invertir en aquellos mercados mientras no le dejaran actualizar las tarifas para lograr que el negocio fuera rentable. Pero tampoco estaba dispuesto a malvender, como ha hecho Murtra.

Precisamente, en Chile, América Móvil, de Carlos Slim, y la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), planean la compra de la filial de Telefónica. Ya veremos lo que sucede. Es curioso, porque en su día, Slim puso todo tipo de trabas a la entrada de Telefónica en México, su mercado de origen, y de hecho consiguió que no prosperara, y ahora se postula para comprar Chile.

Pero no se despisten: lo importante no es Hispam, sino Venezuela o, mejor, el triángulo ZP-Maduro-Telefónica, muy vigilado por EEUU. Porque en Telefónica no hay dos bandos sino uno solo. Y todos los integrantes, Murtra, Javier de Paz, Emilio Gayo, Carlos Ocaña… persiguen un mismo objetivo: mantenerse en el puesto.