
Ocurrió en la reunión con trabajadores del pasado viernes. Una reunión muy necesaria porque el desánimo cunde en todos los pasillos del Distrito C, tras el fracaso de la presentación del Plan Estratégico y unos resultados que no son malos son peores.
Murtra, en su línea -la culpa es de Pallete-, en esta compañía cobarde nadie se atreve a tomar decisiones. Menos mal que ha llegado él. Por ahora, como aseguraba un analista, el problema es que la operadora no crece y, lo que es peor, que no se sabe de dónde van a salir los ingresos, y en lugar de aumentar ingresos va a reducir costes.
Laura Abasolo, la número tres explicó a los asistentes la situación de la compañía, y para los que le entendieron quedó claro que la empresa no atraviesa su mejor momento. Entonces, Emilio Gayo, no muy caballeroso, les aseguró a los presentes que debían olvidar el análisis de Abasolo en cinco minutos, porque no era de su interés. ¿No les interesan a los técnicos y directivos de una compañía los estados financieros de la misma? ¿En serio, don Emilio?
El discurso de Murtra fue triunfalista. Toda la culpa era de Pallete y sus objetivos son dos: anunciar un ere para despedir a 6.000 trabajdores y, tras una dura negociación con los sindicatos, echar a 4.000. Y en este año, claro, para sumar el coste del ERE a las pérdidas de explotación y colocar todos los agujeros en el mismo saco, el de los mismos números rojos... en teoría a costa del ERE.
Abasolo lleva la Dirección financiera, Estrategia, el control de riesgo, intervención y auditoría y las migajas sangrantes de Hispanoamérica. Murtra no tiene a nadie para cubrir tantos campos, así que pretende dividir sus competencias en dos. Al alza Juan Azcue, que puede ser uno de los dos sucesores de doña Laura
La reunión con los trabajadores, de la que la generalidad salió con peor ánimo que entró, tuvo un 'altercado' que ilustra lo que está ocurriendo en la operadora. Murta no encuentra ingresos así que decide reducir coste. Pero eso también cuesta dinero y, en cualquier caso, no va a obtener el aplauso del mercado. Además, no reduce deuda y el temor en Telefónica es a una rebaja del riesgo crediticio de la mano de grandes agencias internacionales.
Por cierto, despedir a Abasolo significa acabar con el último elemento del equipo Pallete y molesta al PNV de Aitor Esteban, que la quería como presidente de Telefónica.
Abasolo lleva la Dirección financiera, Estrategia, el control de riesgo, intervención y auditoría y las migajas sangrantes de Hispanoamérica. Murtra no tiene a nadie para cubrir tantos campos, así que pretende dividir sus competencias en dos. Al alza Juan Azcue, que puede ser uno de los dos sucesores.
En cualquier caso, el actual equipo directivo se lo impusieron a Marc Murtra, de la mano de Javier de Paz y Zapatero. Caído el primero e investigado el segundo, lo peor que puede hacer Murtra es acabar con el único elemento de Pallete que aún tiene perspectiva del grupo, que es Laura Abasolo. Además, el PNV se puede enfadar y, aunque sus cinco votos en el Congreso han pasado a un segundo lugar, ante la arremetida de los siete votos de Junts, no conviene cabrear al nacionalismo vasco, siempre traidor, pero que lucha por su supervivencia frente a los proetarras de Bildu y a los que Sánchez continua necesitando para alargar su agonía monclovita.
Murta. A lo mejor es un error echar ahora a Abasolo.












