Los bancos se las prometían felices con la subida de tipos, pero ahora ya no reparan en el precio del dinero sino en la inflación convertida en estrella de la fiesta y en la posibilidad real de una recesión. 

Ejemplo, la banca española cerró en pérdidas el 30 de junio, la última sesión del trimestre. Con alguna constructora, como Sacyr, los valores más perjudicados fueron los bancos, sobre todo los de banca doméstica y las dos siderurgias. Arcelor (-3,71%) y Acerinox (-4,74%). Caixabank encabezó la caída con un 4,13%, seguida de Sabadell (3,33%)

Si el acero sufre es que el crecimiento económico sufre. En definitiva, la recesión ya no es posible, es más que probable, y la banca, el sistema de pagos de un país, es la que primero nota la sensación de crisis general.

Aunque el Euribor sube hasta el 0,85% en junio, el BIS aumenta las exigencias de capital con cargo al cambio climático

Es cierto que durante el mes de junio el balance bursátil ha sido muy negativo: la última sesión del mes terminó en una caída del 1,09% del Ibex35 y el balance de junio se sitúa en el 8% de pérdidas. Durante los seis primeros meses del año, el valor de la bolsa española ha perdido un 7%.

Y la banca es de los sectores más dañados. Insisto, en pleno proceso de subida de tipos y aumento del margen financiero.

Un sorprendente mal mes para el sector bancario. Aunque el Euribor subió hasta el 0,85% de media en junio, el BIS aumenta las exigencias de capital con cargo al cambio climático. No vaya a ser que salga lo comido por lo servido... y que encima aumente la mora con cargo a la recesión.