Los últimos rumores acerca de la fusión Orange-MásMóvil sitúan a Digi como el gran receptor de los remedies o sobrantes obligatorios de la operación, y resulta que Digi es el mejor cliente mayorista de Telefónica España. Dicho de otra manera, si el operador rumano deja de alquilar la red de Telefónica -ya no la necesitará-, el ebitda de la teleco que preside Emilio Gayo sufrirá un impacto negativo del 5,5% en el ebitda, que en cifras absolutas son 250 millones de euros menos.

Todo apunta a que Bruselas impondrá unos remedies exigentes, lo que tendrá dos implicaciones. Por un lado, Telefónica seguirá siendo considerado como el operador incumbente a pesar del tamaño del nuevo operador y no podrá, entre otras cosas, alquilar su red a precio de mercado, sino a precio tasado, y, por otro, Digi se convertirá en el cuarto operador convergente y se colocará en la misma situación de MásMóvil cuando se hizo con los remedies de la compra Orange-Jazztel.

El adjudicatario de los activos ‘sobrantes’ de la fusión Orange-MásMóvil “no será una sorpresa”, afirmó este jueves Meinrad Spenger, CEO de MásMóvil, durante la presentación de resultados a analistas. Y todas las miradas están puestas en Digi, que ha llegado a un acuerdo preliminar -no vinculante- para invertir alrededor de 2.000 millones de euros en siete años para adquirir esos remedies.

En este contexto, Telefónica le ha pedido al Gobierno, no que le proteja de los saudíes comprando una participación, sino que desregule el alquiler de la red para poder negociar sin las manos atadas y en igualdad de condiciones que la competencia. Es algo que no depende de Bruselas sino de la CNMC, aunque lo cierto es que las perspectivas no son muy halagüeñas para Telefónica.

No deja de ser paradójico que, tanto la comisaria europea de Competencia, Margrette Vestager, como el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, abogan por las fusiones entre telecos, pero luego imponen condiciones que favorecen la aparición de más operadores y, lo que es peor, fomentan la cultura del pelotazo: engordar una empresa gracias a una decisión administrativa con el único objetivo de venderla más adelante por miles de millones de euros.

Y todo esto sin mencionar la lentitud de Bruselas para tomar decisiones. La compra de Instagram por parte de Facebook fue autorizada en EEUU en tan solo cinco meses. La fusión Orante-MásMóvil fue anunciada en julio de 2022, hace 16 meses.