El Banco Sabadell vuelve a Cataluña. Se trasladó a Alicante, cuya caja de ahorros había absorbido, hace siete años, en pleno Procés, huyendo de aquella chifladura separatista, cuyos efectos aún no han pasado y de los que sigue viviendo la burguesía de Junts y los 'revolucionarios' de ERC.

Es decir, en plena OPA del BBVA sobre la entidad que preside Pep Oliu y cuyo primer ejecutivo es el CEO del Sabadell, González Bueno, el Banc Sabadell ha decidido regresar a Barcelona. Así, se ganan el apoyo de los separatistas de Carlos Puigdemont (Junts) y de Oriol Junqueras (ERC). Por cierto, lo negaban hasta hace dos días pero eso forma parte del protocolo.

¿Son separatistas Oliu y Bueno? No me haga reír, pero sí que necesitan del apoyo de los dos líderes indepes, que han convertido -no al principio, que conste- la resistencia del Sabadell a la OPA hostil del BBVA en una cuestión catalana: ¡no entraréis, vascos! ¿Que ya entraron hace dos décadas sobre todo tras la compa de Caixa Catalunya? Bueno, ¡pues no entraréis más adentro, rediez!

Ahora bien, mucho más importante resulta la opción de Oliu por contentar a Salvador Illa, ese hombre con cara triste y aspecto compungido, ni una mala palabra ni una buena acción, del que cuesta tener algo que decir... y a quien considero otra víbora del PSOE, un lobo con piel de cordero, con aquella filosofía oriental que le lleva a considerar a sus víctimas, con aire compungido: pobrecito, tenía que morir o ser muerto. Es el destino: el que nace león muere cochino.

En cualquier caso, el Sabadell vuelve a Barcelona y Carlos Torres aún lo tendrá más difícil para conseguir su OPA, dificultad sobrevenida a la capacidad de empatía del presidente del BBVA, que es muy parecida a la de un búfalo de las praderas.

El Sabadell vuelve a Barcelona y se lo pone difícil a Caixabank, a cuya cabeza, la Fundación Caixa, también persigue Illa. Y no lo olviden, mientras Caixabank, Criteria y Fundacion Caixa, esta última la clave de todo, no regresen a Barcelona, Illa no se dará por satisfecho. El efecto arrastre de la Caixabank es vital y Puigdemont sabe que Caixa no es un personaje bienvenido.

En cualquier caso, ¿la presión sobre el grupo que ahora preside Tomás Muniesa existe? Por supuesto, no sólo por parte de los indepes sino también del hoy todopoderoso PSC de Salvador Illa.

Pero es que el presidente de la Generalitat no lo expresa de forma directa... ¡pues eso es lo malo!