Mucho me temo que hemos iniciado el camino de la calificación de históricos de los resultados en todas y cada una de las presentaciones de las cuentas de las entidades financieras que desde inicios de este mes estamos viendo. Este jueves, la del Santander no podía ser menos, pero además de la loa fácil, nuestra obligación y vocación es ofrecerles todos los matices que un beneficio atribuido al cierre del ejercicio de 9.605 millones de euros (M€) obtenidos por la entidad presidida por la Sra. Ana Botín, claramente marcados por aportaciones excepcionales de áreas geográficas como Brasil con 2.544M€ de aportación al beneficio ordinario (+10%), EEUU lo hace con 1.784M€ (-21%), España 1.560M€ (+149%) y Reino Unido que aporta un 10% menos, llega a los 1.395M€.

Estos resultados, además de ser históricos por su crecimiento del 18,2% respecto a los obtenidos en el mismo periodo del pasado ejercicio, o no son los mejores posibles en un contexto de un alza generalizada de los tipos de interés en todos los mercados financieros, o presentan algunos claroscuros que trataremos de resaltar.

Es obvio que la base del resultado obtenido, después de algunos ejercicios acostumbrados a cuentas de resultados que se salvaban por los ajustes en costes de explotación y recuperaciones de provisiones de riesgos, esta vez, vienen en su mayor parte por la parte alta de la cuenta de resultados. Las subidas generalizadas de tipos de interés en los principales mercados nos muestran una imagen insólita con un margen de intereses de 38.619M€ que supone una variación interanual del +15,7%. Acostumbrados como estábamos a la relativa relevancia de esta partida no hace muchos meses, ha pasado a suponer el 74,1% del total del margen. Los principales crecimientos de la partida vienen de EEUU un 15,89%, Reino Unido y Brasil con crecimientos superiores al 13%. En el caso de España el crecimiento ha sido del 8,95%. La partida de comisiones netas continúa siendo relevante ya que con un crecimiento del 12,3% interanual ha llegado a los 11.790M€ de aportación a un margen bruto de 52.117M€, que ha supuesto un crecimiento en el ejercicio del 12,3%.

Los principales crecimientos de la partida vienen de EEUU un 15,89%, Reino Unido y Brasil con crecimientos superiores al 13%. En el caso de España el crecimiento ha sido del 8,95%

Como ya hemos visto en las anteriores cuentas reportadas, el repunte inflacionista generalizado por la situación político económica mundial como consecuencia de la guerra en Ucrania y las disrupciones de las cadenas de suministros de materias primas por los rebrotes del COVID19 en China, está afectando de una forma importante las cuentas de resultados de las compañías. En el caso del Santander, los costes de explotación han crecido un 11,6% hasta los 23.903M€. Destaca el incremento del 12,5% de los otros gastos de administración claramente distorsionada por la inflación registrada en Sudamérica con una media regional del 19% y extremos como el 71% registrado en Argentina. El ratio de eficiencia mejora en 0,4 p.b. y se sitúa en el 45,8%. Como vimos ayer en el BBVA, no es el mejor del sistema pero se sitúa dentro de la relativa normalidad teniendo en cuenta la situación super inflacionaria de algunos de los mercados en los que opera. 

La exposición del riesgo crediticio con la clientela se ha visto incrementada en un 6% interanual situándose en los 1.124.121 millones de euros con unos 34.673 millones de euros de activos clasificados como deteriorados y una ratio de morosidad del 3,08%, 0,08 p.b. inferior al mismo periodo del 2021 en una parte debido a la venta de carteras morosas en España. Los fondos para insolvencias han disminuido un 2% y se sitúan en 23.418M€, mientras que el reflejo en la cuenta de resultados de los deterioros de activos financieros ha sido de 10.863M€ un 46,7% superior al del cierre del 2021, uno de los motivos del incremento del coste del riesgo que se eleva al 0,99%, 0,22 p.b. superior al cierre del ejercicio precedente. La cobertura de la morosidad con estos datos se sitúa en el 68% un 3% inferior a la registrada en el cierre del ejercicio anterior y de nuevo resulta ser una de las más bajas del sistema en las grandes corporaciones. No parece que sean tiempos adecuados para regatear coberturas en esta época de incertidumbre, pues resulta obvio que la calidad crediticia acaba registrándose en la cuenta de resultados tarde o temprano y más actualmente, cuando reaparecen algunas incertidumbres económicas.

Por lo que se refiere al ratio de solvencia CET1 Fully Loaded de la entidad, indicar que a pesar de haberse reducido en 0,08 p.b., se sitúa en un más que confortable 12,04%, dentro del objetivo fijado de mantenerse dentro del 12%.

Los objetivos para el ejercicio 2023 a la vista de las subidas de tipos de interés, es mantener el crecimiento de los ingresos en un doble digito, ya que en algunas áreas económicas tan importantes como Brasil, aún no se ha completado el ciclo de estas subidas. Y es que, de momento solo recogen las subidas de los intereses pasivos y en próximas fechas las revisiones de tipos activos comiencen a compensarse por el decalaje de las revisiones y poder mantener el ratio de eficiencia en el 44/45%.

Al cierre de este artículo, el mercado ha comprado los claroscuros de las cuentas de la entidad fijándose más en el recorrido que tiene los más que probables incrementos de los tipos de intereses que en el incremento del riesgo por la situación económica tan inflacionaria. En la sesión de hoy, con una banca a la baja, el Santander se disparaba un 5,73%.