Ferrovial, la principal constructora española, traspasará su sede social a Ámsterdam y cotizará en Wall Street.

El compromiso de Rafael del Pino Calvo Sotelo con España ya lo sabíamos endeble pero lo que no es admisible son las razones que alega el constructor: no es una cuestión de impuestos, es una cuestión de normativa.

Y tiene razón. Holanda es un paraíso fiscal encubierto y Wall Street es un mercado financiero más grande que el español. Para un hombre al que le gusta llegar a los saraos pilotando su helicóptero, no cabe duda: su sitió es Wall Street, su domicilio fiscal, Ámsterdam. Ama los canales.

Que tenemos un gobierno sociopodemita empeñado en insultar a los empresarios porque considera que esa demagogia le otorga voto es cierto. ¿Que la normativa empresarial (ojo, en buena parte normativa medioambiental, esa que tanto aplaude Ferrovial en sus informes de situación y en su gobierno corporativo) convierte en asfixiante la creación de puestos de trabajo? También. Ser empresario en España, sobre todo pequeño empresarios, no se engañe, don Rafael, es un suplicio, gracias al señor Sánchez.

Ahora bien, contra Sánchez hay que luchar abiertamente con argumentos, incluso con el deseo explícito de que termine la pesadilla socio-podemita. Lo que no hay que hacer es huir para engrosar la faltriquera. Eso es justamente lo que ha hecho Ferrovial.

Señor del Pino: márchese en buena hora,a Amsterdam o a Nueva York. Y no se apure en volver... aunque sospecho que, personalmente, no se marchará de Madrid.