La de Italia es la primera incursión internacional de Carlos Torres como presidente del BBVA. Cierto es que el banco lleva más de 30 años en aquel país, pero sólo en el negocio mayorista. Además, la de ahora es una propuesta cien por cien digital que se aleja de la foto tradicional que reunía a los principales directivos el día de la inauguración de la primera oficina.

Eso es lo más relevante y lo que marca el camino del sector bancario de nuestro país: la internacionalización a golpe de click. El Santander, de alguna manera, ya ha emprendido ese mismo camino con la expansión de su filial Openbank. Mientras, Caixabank, líder indiscutible en España, renuncia a su internacionalización clásica, pero ni mucho menos renuncia al modelo digital. A fin de cuentas, se trata de adaptar las herramientas empleadas en el mercado doméstico -en su caso, Imaginbank- a otros países europeos.

La pelea será dura porque los competidores, nativos digitales, lo están haciendo bien. Al menos dos de ellos: Revolut y N26. Y en Italia, BBVA se enfrentará a Hype, del grupo Sella. De momento, para romper el hielo, el banco que preside Carlos Torres se ha comprometido a regalar hasta 180 euros a los nuevos clientes. Veremos el resultado, porque los rivales no se lo pondrán nada fácil. En cualquier caso, Italia es la prueba piloto para expandir el modelo por otros países europeos.

Y ojo, también puede servir para testar hasta dónde puede llegar el ajuste de personal y oficinas en España. Según Torres, el BBVA podría funcionar perfectamente con sólo 1.000 oficinas. Actualmente tiene unas 2.600 y el ERE supondrá el cierre de unas 480.