Ana Botín ha renunciado a dos cosas en Europa, que no a ser el primer banco del continente: a crecer por compra de otros bancos y a digitalizar -estilo BBVA- su actual banco presencial.

Lo primero porque no es posible con los márgenes vigentes en el continente. Lo segundo, porque queda muy bien eso de digitalizar una red de sucursales tradicional, pero la experiencia indica que no es posible.

Ana Botín renuncia a la expansión internacional vía compras pero también a la transformación de la red de oficinas en un banco digital. Con estos márgenes, en Europa no es posible

Y ahora atención a estos dos nombres, dos co-Ceos que serán los encargados de llevar a cabo el Digital Santander Bank que, aunque le pongamos siglas, aún no tiene personalidad jurídica, pero sí el encargo de coordinar el crecimiento digital de la entidad por toda Europa. Se trata del español José Luis de Mora y del argentino Ezequiel Dzafir. Al primero le trajo al Santander, desde el Citi, donde trabajaba como analista- Alfredo Sáenz y lleva ya más de 15 años en el banco. Hombre ferozmente discreto, se dice de él que sólo tiene amigos en los partidos de baloncesto, fue el encargado de presentar aquella curiosa oferta por el Banco Popular… de entre 4.000 y 7.500 millones de euros. Abanico amplio a fe mía, luego totalmente innecesario porque la JUR de Elke König se lo regaló por un euro.

A su lado, el otro co-Ceo, el hombre de Openbank, el argentino Ezequiel Szafir, procedente de Amazon, uno de esos personajes un punto atrabiliario que puede llegar alto y caer bajo, con líderes como Ana Botín. Todo es posible.

El Digital European Bank, o como acabe llamándose el proyecto, es una mezcla de la tecnología Openbank y del espíritu del Santander Consumer Finance, aquella financiera de coches y créditos al consumo que ha triunfado en Alemania y se ha extendido a otros países. Ojo, no es un banco, no tiene depósitos. Comodísimo de gestionar, siempre que la mora no te asfixie.

Pues bien, en Europa, el Santander está en España, Portugal, Reino Unido y Polonia. Ana Botín no piensa en compras en Europa, tampoco en España -salvo en el BBVA y en Bankinter, por muy distintas razones ya explicadas en Hispanidad, pero la opción del Santander ya no es la clásica sino la digital. Eso sí, como entidad paralela, no como transformación del Santander en un banco digital, opción por la que optó FG en el BBVA. Algo que no deja de ser sorprendente por cuanto el Santander es el banco que más ha luchado por mantener su marca y en cuanto se ha fusionado ha fagocitado las marcas ajenas. Recuerden al Banco Central y al Hispano Americano.

DSB, aún sin personalidad jurídica, será una mezcla de Openbank y Santander Consumer Finance

Por cierto, los dos Ceo de DEB reportarán directamente a Ana Botín, la presidente tiene mucho empeño en que este proyecto funcione. Además, ha abierto nuevos huecos y nuevos cargos, en especial con dos estructuras paralelas, la presencial y la digital.

Y esto es bello e instructivo porque así puedes recuperar a algún que otro damnificado y darle un carguillo a fulanillo… para que no se sienta desplazado.