KKR, Cinven y Providence, los tres fondos de MásMóvil, le endosan a Orange España una deuda de 6.644 millones de euros, que Orange, el absorbente, tendrá que asumir. 

Encima, la ecuación de canje beneficia a MasMóvil, que resulta más valiosa que la operadora francesa. Y estamos hablando de una "lowcost". Es decir, los fondos ganan, Orange pierde.

Pero es que también pierde España. Pierde en infraestructuras, que es la clave de un país. España posee hoy más fibra óptica desplegada que Reino Unido, Alemania, Italia y Francia juntos. Pero no gracias a MásMóvil se lo puedo asegurar sino a las tres grandes operadores -sobre todo Telefónica, pero también Vodafone y Orange.  

En cualquier caso, Orange-Jazztel sí han invertido en redes, MasMóvil no.

A los fondos, ahora Providencia, Cinven y KKR, les importa un bledo las telecomunicaciones en España. Simplemente, quieren rentabilizar su inversión y cuando se den por contentos con la plusvalía obtenida se marcharán.

Resumiendo: esta fusión es una castaña.

Encima, los reguladores -ya veremos si el europeo, el español, o los dos- tardarán más de un año, como poco, en dar el visto bueno a la operación. Mientras tanto, olvídense de los grandes planes.

En resumen, esta fusión es una castaña.