Las grandes telecos siguen buscando la manera de rentabilizar los servicios premium que ofrecen. No es tarea fácil, porque la competencia es muy agresiva, especialmente en el bajo coste. En este contexto, Orange España perdió 218,3 millones de euros en 2022, un 61,7% menos que en 2021, tras ingresar 4.237 millones, un 1% menos que en el año anterior, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil y publicadas por El Economista.

Se da la circunstancia de que 2022 fue el último ejercicio de Jean François Fallacher como consejero delegado de la compañía -actualmente es presidente no ejecutivo-, de la que se hizo cargo en septiembre de 2020. El año 2022 estuvo marcado, además, por el anuncio de fusión con MásMóvil, actualmente pendiente del dictamen de Bruselas y que podría convertir a la firma resultante en el principal operador en España.

Volviendo a las cuentas, la compañía justificó la caída de los ingresos por la intensa competencia low cost, por “otros efectos secundarios derivados de la crisis energética” y por “la inflación en España”. El patrimonio neto, asimismo, se redujo un 5,2%, hasta los 3.516 millones de euros.

Uno de los aspectos delicados, en plena fusión con MásMóvil, es la deuda, que en diciembre de 2022 se situó en los 418,2 millones de euros, un 13,8% menos que la registrada el año anterior, pero sigue siendo elevada. La deuda a corto plazo se redujo un 20,6%, hasta los 306,7 millones, mientras la de largo plazo aumentó un 12,5%, hasta los 111,5 millones.

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