A Escrivá se le complica su 'consenso' en pensiones. La pasada semana sacaba por la mínima la tramitación de su ley de pensiones, con 19 votos a favor, 12 en contra y 6 abstenciones, y las críticas a la sostenibilidad del sistema se le acumulan. 

Primero fue la del comisario europeo de EconomíaPaolo Gentiloni: Escrivá dijo que Gentiloni no había dicho lo que sí había dicho, era un 'bulo' para el ministro. Garamendi dijo que de bulo nada, que "Lo que Europa nos está diciendo es que el sistema de pensiones no es viable". 

Escrivá se enfadaba, y en el acto de clausura del '11 IESE Insurance' uno de los allí presentes mostraba un gráfico donde se veía que el sistema de pensiones no era viable: angustiado, le preguntó al ministro, qué podía decirle a la gente que, al ver los datos, dice que no cobrará pensión. Escrivá, como buen estadista que es, afirmó: "lo que tienes que hacer es utilizar otros gráficos, no estos".

A Escrivá no le dejan tranquilo, y el Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, aseguró que las pensiones no pueden revalorizarse acorde al IPC, y afirmó que la pérdida de riqueza "es ineludible", "lo único que podemos hacer es repartirla". Pero ya lo dijo Yolandísima, Hernández de Cos tiene un "profundo desconocimiento y confusión" del mercado de trabajo. 

Ahora es el turno de la OCDE. Hervé Boulhol, responsable de pensiones en la OCDE, informa El Mundo, asegura que "Está justificado suspender la aplicación de la ley española que sube las pensiones con la inflación. Hay argumentos evidentes", porque "atenta contra la viabilidad financiera y la equidad intergeneracional" y "en el caso de España vuelve a plantearse la cuestión del reparto de las cargas y la sostenibilidad del sistema". Escrivá aun no se ha pronunciado, pero seguramente diga que deben cambiar los argumentos o que éstos no son válidos. 

Lo decíamos hace unos días, a Escrivá le falta negar la mayor, la existencia misma de pensiones: nadie tiene ni idea, lo de Europa es un bulo, los gráficos hay que cambiarlos y mientras tanto seguimos pagando las pensiones con deuda pública, que aumenta sin parar, y esto no es una mala noticia, es peor, y más cuando cada vez está más cerca el encarecimiento de la financiación de la deuda. 

Como advertíamos en Hispanidad, el sistema público de pensiones está en quiebra: ya supone el 25% del gasto público y el 61% del gasto público social, algo que el ministro José Luis Escrivá está evitando como sea por aquello de que no es la mejor manera de ganar votos. La edad de jubilación debe aumentar drásticamente, las cuotas sociales que se pagan no se pueden sostener y hay que incentivar la natalidad.