No nos cansaremos de insistir: Google es parásito, ladrón, censor y abusón. Y la inauguración en España de su nuevo servicio Showcase no varía ni un ápice ninguna de estas cuatro características. Es más, podríamos añadir la de caradura, ya que, según la compañía, el nuevo servicio ayudará a los medios a “monetizar” sus contenidos. ¿Comprenden? Primero te robo la publicidad y luego presumo de que te ayudo para que te lleves las migajas que me sobran.

Pero lo más grave no es eso, sino la censura que ejerce el gran hermano Google, una de las herramientas clave del Nuevo Orden Mundial. Porque el verdadero poder de Google es la selección que hace en las búsquedas, con las que decide qué se lee y qué no.

El nuevo servicio, que ya funciona en más de 18 países e incluye a más de 1.700 cabeceras, consiste en mostrar las tres o cuatro noticias más destacadas de cada medio -las seleccionan ellos mismos, en principio-, bajo su cabecera y tras una pequeña compensación económica acordada entre el buscador y cada medio. Así, la fuerza de la negociación la tiene el buscador y no los medios que, dicho sea de paso, se han plegado, en su gran mayoría, a la multinacional. En Francia, por ejemplo, siguen otro modelo. Allí, el gobierno se puso firme y Google tiene que pagar una tasa por la utilización de las noticias ajenas.

Por cierto y al margen de Showcase, el buscador va a variar próximamente su algoritmo con el objetivo de penalizar los plagios en la red. ¿Se imaginan? El plagiador mayor del planeta, que ha construido su imperio a base de robarle las noticas y la publicidad a los medios, ahora se dispone a penalizar el plagio. Y (casi) todos le aplaudirán.