La compañía de telecomunicaciones finlandesa Nokia se ha dado la vuelta, pues ganó 1.645 millones de euros en 2021, frente a las pérdidas de 2.516 millones contabilizadas un año antes, ha informado la compañía.

Las ventas netas alcanzaron los 22.202 millones de euros, un 2% más que un año antes, incluyendo un avance del 14% en los ingresos del negocio de infraestructuras, hasta 7.674 millones, y del 7% en el área de tecnologías, hasta 1.502 millones, mientras que las ventas del negocio en la nube y por servicios se mantuvieron estables en 3.089 millones.

Por su parte, el negocio de la división de redes móviles facturó 9.717 millones de euros, un 7% menos en comparación con 2020.

Por regiones, el negocio creció un 3% en Europa, hasta 6.635 millones de euros; un 2% en China, hasta 1.545 millones; un 15% en Hispanoamérica, hasta 1.226 millones; un 2% en Norteamérica, hasta 7.280 millones; mientras que retrocedió un 7% en Asia Pacífico, hasta 2.562 millones, y un 3% en Oriente Próximo y África, hasta 1.915 millones.

Su presidente y consejero delegado, Pekka Lundmark, valoró el año 2021: “Fue un año sólido impulsado por nuestro creciente liderazgo tecnológico, una sólida demanda y un reinicio de nuestro negocio más rápido de lo esperado”

Asimismo, Lundmark indicó que la compañía ha introducido nuevas metas a largo plazo, señalando que, aunque confía en lograr avances en 2023, "ese no es el final de la ambición”. "Nuestro objetivo a largo plazo es crecer más rápido que el mercado y lograr un margen operativo comparable de al menos el 14%", añadió.

Además, habrá premio para los accionistas: se retomará el reparto de dividendo. Y lanzará un plan de recompra de acciones propias de hasta 600 millones de euros. Sin embargo, no ha obtenido premio bursátil: la cotización baja un 3%.