Google quiere más. No le basta con lucrarse con la publicidad que le quita a los medios -también les roba los artículos- y ha anunciado el lanzamiento de Pixel Pass, una suscripción mensual que incluye, entre otras cosas, el último móvil de la firma, el Pixel 6 y el Pixel 6 Pro, ambos de gama alta.

Lo cierto es que a Google -bueno, a su matriz, Alphabet- le sigue funcionando su modelo de negocio y ganó 55.391 millones de dólares durante los nueve primeros meses del año (unos 47.660 millones de euros), más del doble que en 2020. Los ingresos también se dispararon un 45,1% y alcanzaron los 182.312 millones de dólares, unos 156.880 millones de euros.

Parásito, ladrón y censor, el objetivo de Google ahora es atar a los usuarios mediante Pixel Pass. Por 45 dólares al mes, el usuario tendrá acceso a cientos de aplicaciones -incluidos juegos-, a 200GB de almacenamiento en la nube, a YouTube Premium y YouTube Music Premium (sin anuncios), a copia de seguridad del móvil y a descuentos en la tienda de Google. Y también al mencionado Pixel 6, con seguro de reparaciones menores incluido. La cuota sube hasta 55 dólares en el caso del Pixel 6 Pro. El usuario, además, podrá cambiar el terminal a la versión más reciente, cada dos años.

Relacionado

Pixel Pass está disponible sólo en EEUU, de momento. En España, la compañía continúa actuando con plena impunidad, no como en Alemania, donde los editores le han reclamado un canon de 420 millones de euros por el uso de sus contenidos. En Francia, a principios de año, el buscador se comprometió a pagar 62,7 millones a algunos editores para compensar la utilización de sus noticias. A ver si aprendemos.

¿Que por qué puede hacer todo esto y con tamaña prepotencia? Porque le hemos permitido convertirse en un monopolio mundial, el primer monopolio global.