El tuit corresponde a la intervención de Manuel Mariscal, diputado de Vox, en el Congreso. Dos minutos que no tienen desperdicio porque a lo que ya sabemos, confesado por las plataformas ‘en sede parlamentaria’, es decir, que esas plataformas se dedican a censurar todo lo que les resulta políticamente incorrecto, añade que la gente se está refugiando en el Congreso y en los tribunales. 

No estoy yo tan seguro de que los tribunales constituyan un refugio frente a Google, Facebook, Twitter, los verificadores o el mismísimo George Soros, que financia a verificadores (Newtral.es y Maldita.es, por ejemplo) por todo el mundo. Son tiempos del pensamiento único global, desde que se inventaron los delitos de odio, una barbaridad que ha convertido a los tribunales en censores con penas de cárcel.

La combinación entre censura previa y delitos de odio es letal: han creado el fenómeno más liberticida de toda la modernidad. Al mando, Google

Naturalmente, los verificadores van a ver si te pillan. Es decir, que les preocupa más el rigor que la verdad. Y naturalmente, su muy científica y subvencionada labor es considerada palabra sagrada por los Google, Facebook y Twitter, que actúan de censores. Todo lo que no sea consenso progre -feminismo, animalismo, cristofobia, ideología de género, sostenibilidad, inclusión, reescribir la historia- será censurado, no existirá.

La libertad de expresión está en peligro, en pro del pensamiento único; la de prensa, también

Y ojo, además de la libertad de expresión, está en peligro la libertad de prensa. Recuerden que Google decide qué periódicos se leen y cuáles no.

Paradoja: en el siglo XXI nada más lejos de la verdad que los verificadores

¿Cómo pararles? A mí sólo se me ocurre el sistema chino: negar la entrada a las plataformas si no aceptan las normas. En el caso de España, la norma es que no censuren.