Es la gran operación de Florentino Pérez, presidente de ACS y del Real Madrid. Fuentes de la propia ACS aseguran a Hispanidad que Pérez pretende terminar su trayectoria empresarial -el próximo 8 de marzo-, Día Internacional de la Mujer Trabajadora- Florentino cumplirá 75 años, con una carrera profesional a sus espaldas sin duda exitosa, con una ACS que pasa de ser una constructora a una empresa concesionaria. 

No veo a sus tres hijos pasando todas las incertidumbres por las que él pasó, porque todo el mundo sabe que el de la construcción es el negocio más difícil de todos. Las concesionarias, aunque siempre pendientes de la política oficial, son un negocio menos arriesgado que el de la construcción. Por tanto, la opción lógica es que ante una Benetton que reordena su imperio (aunque a Atlantia sólo le queda Abertis)  y quieren marcharse de Abertis, y un ACS al que el negocio concesional interesa cada vez más, Florentino compre a Atlantia.

Florentino no quiere legar a sus hijos una constructora sino una concesionaria

Ahora bien, el problema son los 25.000 millones de deuda de la concesionaria hispano-italiana... que ahora habría que consolidar en el balance de ACS, si pasa del 50% del capital (ahora lo roza pero no lo sobrepasa). Y si hay algo de lo que Pérez siempre ha querido liberarse es de un apalancamiento excesivo.

Como Abertis se compró con el dinero de Abertis, -endeudando a la propia compañía- deshacer la coalición Atlantia-ACS supone un problema. Ahora para asumir ese abultado apalancamiento, lo lógico es que ACS vendiera activos de Abertis para reducir deuda. Ahora bien, así compraría más barato pero comportaría menos activos y, en cualquier caso, eso conllevaría una contra a la estrategia de José Aljaro, el actual primer ejecutivo, quien intenta ampliar su mapa de concesiones, llamado a cuasi morir en España... aunque en ACS se niega que Abertis tenga previsto modificar su sede social, por ejemplo, a París.      

 

Como Abertis se compró con el dinero de Abertis, deshacer la coalición Atlantia-ACS supone un problema

Y es que Florentino no para.