La inmobiliaria de la hija mayor de Amancio Ortega, Sandra Ortega, se llama Ferrado Inmuebles

Pues bien: Ferrado Inmuebles multiplicó casi por 30 las pérdidas durante 2020. En concreto, sus números rojos ascendieron a 128,5 millones de euros, según se recoge en las cuentas recién remitidas al Registro Mercantil. 

La causa principal de las pérdidas fue el deterioro de instrumentos financieros, hasta un total de 142,2 millones. 

Y eso que los ingresos alcanzaron los 54,4 millones, un 248% más que en 2019 debido a la venta de dos activos en Alemania, que generaron una plusvalía de 35,9 millones. Los ingresos por rentas llegaron a los 15,4 millones, un 19% más. 

La inmobiliaria explica que ha registrado esos deterioros en relación a sus sociedades participadas al “considerar que el importe recuperable de dichas participaciones era inferior al valor registrado en libros”. Para ello, el grupo utilizó tasaciones externas de determinados activos inmobiliarios. En concreto, la filial estadounidense parece la más dañada, ya que Ferrado Properties Inc se apunta pérdidas por 128 millones.

La empresa justifica el resultado por la evolución negativa del negocio inmobiliario debido “al fuerte impacto que ha generado la pandemia de Covid-19”. 

La inmobiliaria de Sandra Ortega ha tenido que renegociar arrendamientos, conceder periodos de carencia y ha sufrido retrasos en algunos proyectos. 

En cualquier caso, la devaluación de sus inmuebles no es buena señal. Con pandemia o sin ella.