Actualmente, en España hay 224 entidades financieras, de las que 112 son entidades de depósito españolas (bancos, cooperativas de crédito…), 79 son sucursales extranjeras y 33 son entidades financieras de crédito, según datos difundidos este miércoles por la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado.

Pueden parecer muchas, pero lo cierto es que hace doce años, justo antes de la crisis financiera, solo las entidades de depósito (unas 290) superaban ampliamente esa cifra. El ajuste ha sido drástico, principalmente en el número de empleados. Desde el precitado 2008 hasta diciembre de 2020, el sector ha dejado en la calle a unas 90.000 personas: hemos pasado, en ese periodo, de 260.000 trabajadores a unos 170.000.

Y lo peor es que todo ese esfuerzo no ha sido suficiente y sólo este año están previstas otras 15.500 salidas, atención, con unas condiciones cada vez más duras.

La buena noticia del sector, como ha explicado Delgado durante su intervención en las jornadas de educación financiera, celebrada en la Universidad CEU San Pablo, es la evolución de la morosidad, que se sigue reduciendo -la tasa actual es del 4,3%- a pesar de la crisis financiera. Solo ha aumentado en hostelería y transporte, por el impacto de la pandemia en esos sectores.

En cualquier caso, estamos hablando de una morosidad condicionada por las ayudas públicas. Según todas las previsiones, la mora aumentará a partir del primer trimestre de 2022, cuando los efectos de esas ayudas comiencen a remitir.