DIGI está creciendo de una manera espectacular en España, que en 2022 se concretó en 1,3 millones de clientes nuevos. El operador, que pasará a ser el cuarto tras la fusión Orange-MásMóvil, cerró 2022 con 4,91 millones de clientes, gracias a sus tarifas ‘low cost’, que ha mantenido, incluso, tras el subidón inflacionario que ha obligado a Movistar, Orange y Vodafone a subir las suyas.

La compañía rumana creció en todos los segmentos, según el informe anual preliminar difundido este martes. En móvil aumentó el número de clientes en 824.000, hasta los 3,79 millones, en fijo sumó 114.000 líneas nuevas, hasta las 279.000, y en banda ancha aumentó el número de clientes en 3.000, hasta los 843.000.

Todo esto está muy bien, pero no sabemos si DIGI gana dinero en España, es decir, si es rentable o si, por el contrario, está creciendo a pérdidas. Lo que sí conocemos es que el ARPU, el ingreso medio por cliente, se situó en 9,6 euros, frente a los 9,7 euros de 2021. El dato no es bueno, por un doble motivo: bajar, aunque sea 0,1 euro, no es positivo y, más importante aún, se trata de un ARPU muy bajo.

Sea como fuere, DIGI pasará a ser el cuarto operador nacional tras la fusión Orange-MásMóvil, como hemos señalado antes, y algunos en el sector lo sitúan ya como objetivo de Vodafone, que se quedó a las puertas de comprar MásMóvil. En todo caso, es pronto para comprobarlo. Eso sí, DIGI, que además de fibra propia (poca) utiliza la de Movistar, podría dar un salto enorme si se hiciera con los remedies de la operación Orange-MásMóvil, en caso de que los hubiera, claro está.