Según ha informado el Ministerio de Hacienda y Función Pública, el déficit de las Administraciones Públicas se sitúa en noviembre en el 1,89% del PIB, un 4,3% menos que en el mismo periodo de 2022.

En concreto, hasta noviembre de 2023, el déficit conjunto de la Administración Central, los Fondos de la Seguridad Social y las Comunidades Autónomas, excluida la ayuda financiera, se sitúa en 27.631 millones, equivalente al 1,89% del PIB. Si se incluye el saldo de la ayuda a las instituciones financieras por importe de 324 millones el déficit se sitúa en el 1,91% del PIB.

El déficit de la Administración Central se sitúa en 27.671 millones de euros en noviembre de 2023 (excluida la ayuda financiera), lo que corresponde al 1,89% del PIB. Si se incluye la ayuda a instituciones financieras el déficit de la Administración Central alcanza los 27.995 millones de euros.

Hasta noviembre de 2023 el Estado ha registrado un déficit equivalente al 2,15% del PIB, frente al 2,22% existente en noviembre de 2022. De esta forma, el déficit se sitúa en 31.381 millones, lo que supone un descenso de 7 puntos porcentuales respecto al 2,22% del PIB del mismo periodo del ejercicio anterior.

Los Organismos de la Administración Central registran un superávit de 0,25% del PIB, excluida la ayuda financiera, frente al superávit de 0,20% del PIB alcanzado en noviembre de 2022. Esta evolución se debe a un incremento del 20,2% de los ingresos -fundamentalmente de las transferencias recibidas- frente a un menor crecimiento de los gastos en un 14%.

La Administración Regional registra un déficit a finales de noviembre de 2023 de 4.668 millones, lo que equivale al 0,32% del PIB, cifra inferior en un 40,3% a la obtenida en el mismo periodo de 2022, que ascendió a 7.813 millones. Este resultado obedece a un aumento de los gastos del 4,3%, mientras que los ingresos crecen a un ritmo del 6%.

Los Fondos de la Seguridad Social hasta noviembre de 2023 registran un superávit de 4.708 millones de euros. En términos de PIB el superávit de la Seguridad Social se sitúa en el 0,32% del PIB.

En resumen, que Sánchez y Montero reducen el déficit a costa de freírnos a impuestos en lugar de reducir el elevadísimo gasto público, que sigue aumentando sin límite alguno. ¿Acaso los españoles viven mejor ahora, en enero de 2024, que cuando llegó Sánchez a La Moncloa, en 2018?

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