El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, sin miedo ni vergüenza, ha negado este miércoles en el Pleno del Senado un "efecto llamada" de migrantes y ha pedido evitar "mensajes alarmistas" que "pueden generar odio".

Ha asegurado que la presión migratoria es "estructural" y que está motivada "fundamentalmente por factores de carácter socio-económico", para Marlaska es un problema "complejo" para el que no hay soluciones "mágicas", rechazando que el pacto europeo de Migración y Asilo tenga como consecuencia el aumento de llegadas a migrantes. 

Para el ministro, el "deterioro" de la situación interna en países como Senegal, Mali o Guinea Conakry; el golpe de Estado en Níger; y a las "catástrofes naturales", como los terremotos en Marruecos y las inundaciones en Libia, son factores que explicarían el repunte de inmigrantes en España. 

Ojo al dato, Marlaska ha recalcado que el Gobierno está haciendo "un importantísimo esfuerzo para dotar a las islas de los recursos necesarios" para hacer frente a la situación. 

Y exige que no se correlacionen "inmigración y delincuencia", así como "responsabilidad y honestidad para evitar afirmaciones falsas que crean alarma social", recordando que los incidentes relacionados con delitos de odio se han incrementado un 33% en 2023: "Les pido prudencia con los mensajes alarmistas, porque pueden generar odio. Los mensajes y los delitos de odio atacan directamente al corazón de nuestra sociedad y alteran nuestra convivencia". 

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Resumiendo, Marlaska no piensa que haya un problema con la migración y asegura que las fuerzas de seguridad y las zonas afectadas están más que dotadas para hacer frente a la situación, le han faltado dos minutos más de intervención para decirnos que el problema de la migración lo genera el cambio climático y sentencia afirmando que su Gobierno ha hecho mucho por la causa, ¿recuerdan la solución de Moncloa?

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Y para más pitorreo, nos pide que no vanalicemos el problema que no existe, que somos unos 'agoreros' de la inmigración, además de ultras, porque denunciando la situación insostenible que se vive en Canarias, Ceuta, Melilla y ahora en el aeropuerto madrileño de Barajas, lo único que hacemos es alimentar el delito de odio, ¿comprenden?

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Para rematar la jugada, Marlaska habla de la 'gran solución' del Gobierno: mañana jueves Pedro Sánchez irá a Mauritania y obtendrá “resultados importantes” para luchar contra la inmigración irregular, "salvar vidas" y favorecer la llegada de personas de forma "legal, segura y ordenada”. Por todos es sabido la diplomacia que caracteriza a Sánchez, solo hay que recordar su última visita a Marruecos, cediéndole el Sáhara, o su encuentro en Israel, que acabó en crisis diplomática.