Inmobiliaria Colonial, presentará resultados el próximo 29 de febrero. Mientras tanto, la socimi está anclada en los números rojos desde el inicio del año y…de qué manera.

Se deja cerca de un 22% en el mes y medio largo que llevamos de 2024. Y si cerró diciembre en niveles de 6,55 euros, a día de hoy cotiza en los 5,11.

La última vez que nos ocupamos de la compañía, que lideran a la sazón Pere Viñolas (CEO) y Juan José Bruguera (presidente) y que tiene como principal accionista al fondo soberano de Catar, nos preguntábamos: Catar, ¿qué hacemos?

De momento no hemos encontrado respuesta satisfactoria a pesar de que la inmobiliaria cerró 2023, con subidas moderadas de un 14% (que no ha podido mantener) frente a un Ibex que avanzó un más de un 22%.

El principal accionista de Colonial es el fondo soberano de Catar, con el 19%, seguido de Carlos Fernández González que a día de hoy controla el 14,8% del capital

Colonial no levanta cabeza. Por ejemplo, si su homóloga Merlin Properties cae también desde enero, en su caso un 8%, la socimi de Ismael Clemente está a sólo un 11% de los máximos alcanzados antes de la pandemia, mientras, a la catalana le queda un largo recorrido, que supera holgadamente el 60%, para cotizar de nuevo en el rango que lo hacía a principios de 2020, cuando sus acciones tenían un precio superior a los 13 euros.

La capitalización también se ha visto muy penalizada. Desde los 3.534 millones de 2023 ha pasado a los 2.779 en las primeras semanas del año.

La inmobiliaria, como el resto de compañías del sector, ha sufrido el impacto de las alzas continuas de los tipos de interés a pesar de que, como escudo a esta normalización monetaria, las cotizadas se han esforzado por alargar la vida de la cartera de deuda y, sobre todo, han optado por los tipos fijos como defensa ante el alza del precio del dinero.

Es el caso de Colonial, que según la información que figura en la CNMV, el cien por cien de su deuda está referenciada a tipo fijo.

 “Ni siquiera que su deuda sea a tipo fijo, convence al mercado que sigue percibiendo riesgo. Es más, los tipos altos (cuyas bajadas parecen demorarse) reducen el margen de beneficio en las nuevas operaciones y el temor a una desaceleración económica podría comprometer los ingresos” aseguran desde XTB.

Colonial está a la cabeza de las cotizadas del sector por el valor sus propiedades que supera los 13.000 millones de euros. Propiedades que, básicamente, son oficinas en Madrid, Barcelona y París

Y para reducir esa deuda, Colonial ha emprendido una política de desinversiones cuya primera tanda le ha supuesto ingresos por 500 millones que le han permitido recortar su deuda neta en 421 millones, hasta situarla en 4.934 millones de euros.

Más allá de la deuda, aseguran los expertos que el alquiler de oficinas prime en ciudades como Madrid, Barcelona y París, nicho de mercado afectado por la opción del teletrabajo que se consolidó durante y tras la pandemia por parte de muchas empresas, está dejando de ser su punto más vulnerable.

Durante la presentación de las cuentas del tercer trimestre, la compañía revisó al alza sus previsiones de negocio para este año, especialmente gracias a la mejora de su negocio de arrendamiento de oficinas (en el que ha aplicado la subida de la inflación a las rentas) en Madrid, París y Barcelona. De hecho, sus ingresos por rentas alcanzaron los 279 millones de euros entre enero y septiembre, un 8% más que el mismo periodo del año anterior.

El principal accionista de Colonial es el fondo soberano de Catar, QIA, con el 19%, seguido de Carlos Fernández González que a día de hoy controla el 14,8% del capital. A Fernández, empresario mexicano de ascendencia leonesa, se le considera como una de las fortunas más pujantes de la Bolsa española. Además de Colonial, cuenta con participaciones en PRISA y Santander.

Si Merlin Properties cae también desde enero, en su caso un 8%, la socimi de Ismael Clemente está a sólo un 11% de los máximos pre pandemia. Mientras, a la catalana le queda un largo recorrido, que supera holgadamente el 60%, para cotizar de nuevo en el rango que lo hacía a principios de 2020

Por cierto, y haciendo un paréntesis, a Fernandez se le está atragantando el comienzo de año no sólo por Colonial sino por PRISA, que ayer publicó resultados: su deuda financiera neta, (su principal talón de Aquiles) sigue siendo abultada: se situó en los 832,3 millones; el resultado neto del grupo empresarial durante 2023 ha descendido en un 151,1% respecto al 2022, pasando de los -12,9 millones de euros a los --32,5 millones de euros, Es decir, de negativo a más negativo….¡Que ojo tienes Carlos!

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Pero de vuelta al accionariado de Colonial, la familia Puig, dueños de la famosa perfumería, es el tercer mayor accionista desde este año con el 7,3%. Le sigue Águila, grupo inversor del colombiano Alejandro Santo Domingo, que tiene el 7,09%.

Credit Agricole DIC Holding suman algo más del 8,6% del capital mientras que Blackrock y Corporación Financiera Alba controlan un 3,9% un 3,016% respectivamente.

Colonial está a la cabeza de las cotizadas del sector por el valor sus propiedades que supera los 13.000 millones de euros. Propiedades que, básicamente, son oficinas en MadridBarcelona y París.