Los resultados de Cellnex han sido acogidos con apatía por el mercado, apatía que no es otra que la línea seguida desde hace meses. Primero, porque lo que está sucediendo con la operadora de infraestructuras de telecomunicaciones, con sede en Barcelona, no es que esté en baja -su capacidad de generación de fondos sigue siendo excelente- sino que, sencillamente, ha tocado techo y ahora tiene que abrir una nueva etapa, o bien para diversificar actividades, o bien en busca de nuevos mercados. Vamos, que Europa se le ha quedado pequeña. 

Pero la segunda razón es que Cellnex es obra de Tobías Martínez. Y de repente, hace dos meses, Martínez anuncia que se retira. No había ninguna razón para ello y su relación con los fondos propietarios no podía ser mejor: sabe que le necesitan. Así que, el interrogante sigue siendo el mismo: ¿por qué se va Tobías Martínez en la cumbre del éxito? En la mañana del miércoles, Martínez habló de un proceso natural y de dar cabida a un nuevo liderazgo. Y todo eso está muy bien, pero si pensaba marcharse, ¿por qué no se ha elegido aún a su sucesor en el cargo de CEO?  Así que, la especulación continuará. Ahora bien, la situación de la empresa es buena, pero como el mismo Tobías afirma es necesario abrir una nueva etapa y lo que no sabemos es qué etapa es esa. A lo mejor nos lo cuenta el próximo Consejero Delegado.