La cervecera danesa Carlsberg apuesta ahora también por los refrescos / Foto: Pablo Moreno
Carlsberg ha anunciado la compra del fabricante de refrescos británico Britvic... y los inversores aplauden: la cotización sube más de un 4%. El movimiento supone una muestra más dentro de una tendencia donde todos los actores del sector de bebidas quieren estar presentes en todas las categorías, aumentando su portfolio y ahorrando costes.
La cervecera danesa es la cuarta más grande del mundo, tras la belga AB InBev, la neerlandesa Heineken y la china CR Snow. Ahora ha tenido que mejorar su oferta inicial por Britvic (unos 3.665 millones de euros), que fue rechazada a finales de junio, aumentándola hasta los 3.900 millones para obtener el acuerdo de su consejo de administración. Una cuantía que abonará en efectivo y mediante el pago de un dividendo especial.
Carlsberg no sólo ha tenido que elevar el precio ofrecido, sino también llegar a un pacto con PepsiCo ante el cambio de control de Britvic
Claro que la cervecera danesa también ha tenido que alcanzar un pacto con PepsiCo, que ha facilitado la transacción. La multinacional de refrescos y aperitivos con sede en Harrison (Nueva York, EEUU) y principal rival de Coca-Cola que lidera el español Ramón Laguarta tenía un acuerdo con Britvic para embotellar sus productos en Reino Unido, pero mantenía una cláusula de cambio de control en caso de que la primera cambiara de manos. Al final, PepsiCo ha pactado con Carlsberg que renuncia a la citada cláusula, una exención que entrará en vigor cuando se complete la adquisición de Britvic por parte de la cervecera danesa. “Esperamos continuar con nuestras asociaciones exitosas y de larga data con Carlsberg y Britvic”, ha señalado el CEO de PepsiCo Europe, Silviu Popovici, y está convencido de que la combinación “creará capacidades de ventas y distribución aún más sólidas para nuestras marcas en mercados importantes”.
Carlsberg estima que con la compra de Britvic pueda tener ahorros de costes y mejoras de eficiencia por unos 118 millones anuales en los cinco años siguientes al cierre de la operación. Una cifra que superaría la de los costes extraordinarios que estima (unos 98 millones). Jacob Aarup-Andersen, CEO de Carlsberg, ha referido que la compra de Britvic es atractiva para los accionistas de la cervecera danesa y respalda “nuestras ambiciones de crecimiento y aumenta inmediatamente las ganancias y el valor en el tercer año”. Por su parte, Ian Durant, presidente no ejecutivo de Britvic, ha destacado que “la transacción propuesta crea un grupo internacional ampliado que está bien posicionado para aprovechar las oportunidades de crecimiento en múltiples sectores de bebidas”.
En paralelo, recuerden que dentro de la tendencia de que ofrecer todo tipo de bebidas, Coca-Cola ha hecho un movimiento contrario al de Carlsberg, incluyendo en su amplio portfolio de refrescos bebidas con alcohol. Así se puede ver, por ejemplo, en España, donde tras lanzar Topo Chico y un refresco con whisky Jack Daniel’s, ahora se mezcla con Absolut Vodka.