Lo cierto es que ya hay consejeros pensando en la sustitución de Carlos Torres
Lo más absurdo de todo este vodevil es el giro copernicano del Gobierno sobre el asalto de BBVA a Sabadell. El lunes, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños saluda a una operación que va a fortalecer nuestro sector bancario mientras que el martes, la ministra portavoz, Pilar Alegría, habla de operación "respetable". Pues bien, a primera ahora del jueves, el Gobierno, por boca de su titular de Economía, Carlos Cuerpo, cerraba las puertas a la fusión y empezaba a repetir que aquello era una locura que atentaba contra la inclusión financiera, contra la solvencia del sector (¡¡!!) y presumiblemente contra la sostenibilidad medioambiental.
En resumen, sólo el 12-M explica el giro copernicano del Gobierno, desde el 'sí' de Félix Bolaños y Pilar Alegría al 'no' avieso de Carlos Cuerpo.
Hablamos de una fusión empujada por el PSOE y el PNV, ambos con pretensiones a entrar en el Consejo de la entidad resultante. En el PNV ya hablaban de dos consejeros para el PSOE y uno para el PNV en el banco de "nuestro amigo" Carlos Torres, dijo don Andoni Ortuzar.
Sólo la oposición, asimismo manifestado en 24 horas, de Junts y ERC a 'perder' el Banc Sabadell, al que arrebataron su pedigrí catalán cuando Pep Oliu trasladó su sede social a Alicante, explica el giro de 180 grados del Ejecutivo Sánchez.
Recuerden que en Cataluña el PSC necesitará, bien de ERC, bien de Junts... pero en Madrid necesita los escaños de ambos. Y a Sánchez lo único que le interesa es Madrid, o sea, su poltrona.
Por tanto, ahora mismo, Carlos Torres ha perdido la batalla. La idea, tras conocer el cambio de posición del Gobierno, de presentar una opa que es hostil pero es la misma opa, sin un solo euro en metálico, y dárselas de vencedor no se le ocurre ni al que asó la manteca... y convocar una rueda de prensa para visibilizar que te has quedado solo es una forma de que la gente recuerde tu fracaso por más tiempo y que lo que ha sido un mal cálculo se convierta ahora en un fracaso que se recordará por mucho tiempo.
El nuevo presidente del BBVA podría ser Jaime Caruana o Andrés Torrecillas, pero no serían ejecutivos por lo que deberían limitarse claramente las competencias del turco Onur Genç
Tampoco es cierto que nadie en el Sabadell ni tan siquiera se planteara la operación. Si, de entrada, el 'no' iba a ser un no tan rotundo como el que fue al final.... ¡no deliberas durante las ocho horas que duró el Consejo de Administración del Sabadell!
Al final, podría ser que el Gobierno Sánchez, casquivano y tornadizo en sus decisiones, decida que un organismo regulador tan independiente como la CNMV, presidido por el ínclito Rodrigo Buenaventura, sentencie que la OPA no cumple con el artículo 12, párrafo dos, apartado 3 de no se qué normativa.
En cualquier caso, quien fuerce la dimisión de Carlos Torres deberá contar con un sustituto... y no es fácil.
Y así llegamos a la triste mañana del viernes 10 en la Vela, sede central del BBVA en Madrid. Aunque la guardia de corps de Carlos Torres insiste en que la operación está viva y el presidente mucho más, lo cierto es que ya hay consejeros pensando en la sustitución de Carlos Torres y que el ambiente sectorial y regulatorio apesta a dimisión.
Ahora mismo, el planteamiento dominante es que el nuevo presidente del BBVA podría ser Jaime Caruana Lacorte (72 años) o el vicepresidente José Miguel Andrés Torrecillas (69 años), pero no serían ejecutivos por lo que deberían limitarse claramente las competencias del turco Onur Genç.
No olvidemos que el banco lo lleva el turco Onur Genç pero el poder corporativo e institucional lo tiene Carlos Torres. Su sustituto no podrá tener menos poder que Genç ni ser un presidente de paso... y aquí la edad sí que importa.
El mercado ya ha emitido sentencia. El BBVA vuelve a subir en bolsa, ergo... la operación está muerta
¿Y tan difícil es que Carlos Torres se vaya? No mucho, porque el actual presidente del BBVA ya acumula, a 31 de diciembre de 2023, nada menos que 24,7 millones de euros y no sabemos si dispone de blindaje añadido, aunque sea en forma de nombramiento no ejecutivo en filiales del banco para cobrar algún suplemento. Aunque tenga 58 años, no es previsible que Torres pase necesidad.
Sería, además, la venganza de Francisco González, que le nombró sucesor pero que tras las peripecias del caso Villarejo, le califica como "contable de quinta".
El mercado ya ha emitido sentencia. En la sesión del viernes, el BBVA volvía a subir en bolsa, un 1,15% mientras el Sabadell dejaba de subir hasta hacerlo en un muy modesto 0,73%, en línea con el IBEX. Ergo... la operación, para el mercado, está muerta.
El Gobierno Sánchez no entrará por ahora en el BBVA pero, eso sí, sale como vencedor cuando realmente ha sido perdedor. En política, no lo olviden, la imagen crea la realidad. Y Carlos Torres, aunque consiga mantenerse, habrá aprendido que no hay que fiarse de Pedro Sánchez. Es peligroso ser el banquero del Gobierno. El político nunca te da y siempre te quita.