Werner Baumann, CEO del gigante químico y farmacéutico alemán Bayer
Esta semana, Bayer ha cerrado la mayoría de las demandas que tenía por glifosato (componente potencialmente cancerígeno que contiene su herbicida RoundUp), que ascendían a más de 125.000, muy lejos de las 52.500 que se cifraron a finales del pasado abril. ¿Cómo? Comprometiéndose a pagar una indemnización de 10.900 millones de dólares (unos 9.713 millones de euros), según informó la cadena pública alemana ARD, lo que supone casi el doble de lo que facturó en herbicidas en 2019.
Por tanto, Bayer había accedido al rango más alto de la compensación que barajaba el periódico alemán Handelsblatt. Los analistas del Banco Sabadell calificaron como algo muy favorable que se buscara una resolución consensuada al conflicto, desapareciendo el principal foco de incertidumbre sobre el valor. Sin embargo, la cadena ARD señalaba que así se resolvían aproximadamente el 75% de las demandas, o sea, cerca de 94.000 millones, quedando unas 30.000 pendientes, y destacaba que sólo una parte habían entrado en los tribunales.
El glifosato no ha sido su único pleito: fue condenado junto a Basf por dañar cultivos con el herbicida dicamba y acumula más de 8.900 demandas por abortivos
Bayer heredó el problema del glifosato al comprar Monsanto, pero no ha sido su único pleito, una materia en la que tiene experiencia. El pasado febrero fue condenado junto a su compatriota Basf por dañar cultivos con el herbicida dicamba y acumulaba más de 8.900 demandas por abortivos: las pastillas anticonceptivas Yaz, Yasmin y Yasminelle han provocado muertes en distintos países (hace unos años, en EEUU, pagó 1.241 millones para resolver 8.900 demandas judiciales), así como trombosis y embolias. Por su parte, el Mirena, dispositivo intrauterino -DIU- que libera la hormona levonorgestrel dentro del útero, ha tenido demandas por pseudotumor cerebral en EEUU. Además, no hay que olvidar que tuvo que retirar el dispositivo anticonceptivo Essure del mercado debido a que había causado hemorragias, dolores, infecciones, perforaciones de útero y ovarios, muertes de bebés y esterilidad.
Y es que al gigante químico y farmacéutico alemán no le gusta la vida ni la salud. Eso sí, al menos los anticonceptivos ya no lideran la división farmacéutica, aunque representaron el 10,6% (1.904 millones) de los ingresos de esta, como se vio en los resultados de 2019, y los DIU Mirena, Kyleena y Jaydess ocuparon el tercer puesto en ventas, con 1.223 millones, tras el anticoagulante Xarelto (4.126 millones) y la medicina para ojos Eylea (2.494 millones); y en el sexto lugar se situaron las pastillas anticonceptivas Yaz, Yasmin y Yasminelle (681 millones).