Ana Botín y Jordi Gual fueron protagonistas esta semana por su participación en el foro celebrado en el Círculo de Economía, en Barcelona. Ambos dos coincidieron en una cosa: su apoyo a un tal Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Cosas veredes, amigo Sancho.

Vamos con Gual. El expresidente de Caixabank está a favor de los indultos. “La cronificación del conflicto político es muy negativa para Cataluña y para España. No es una alternativa aceptable a pesar de que pueda ser electoralmente rentable a corto plazo para algunos partidos políticos con posiciones más intransigentes”, aseguró ante la atenta mirada de Pablo Casado. “Es probable, e incluso seguro, que los indultos no resuelvan el problema, pero son el inicio del diálogo”, afirmó.

Gual metido a político mientras continúa vinculado a Caixabank: es consejero de Telefónica en representación del banco y, además, ha sido nombrado recientemente como presidente no ejecutivo de Vidacaixa, filial de seguros, cien por cien propiedad de Caixabank.

Es curioso: fue bajo la Presidencia de Gual cuando el banco trasladó su sede social de Barcelona a Valencia ante el riesgo de quedar fuera de la órbita del BCE si Cataluña se separaba de España. Ahora exige el indulto para esos mismos que provocaron la salida de Caixabank a Valencia.

El presidente de Caixabank responsabilizó de la situación a los partidos políticos y negó la polarización política en Cataluña: “No es cierto. Ni la mitad de Cataluña es independentista ni la mitad es constitucionalista. La dinámica de la competencia de los partidos políticos nos ha traído hasta aquí. Sin embargo, las encuestas de opinión sobre los sentimientos de pertenencia reflejan desde hace años sin grandes cambios una realidad mucho más matizada y alejada del todo o nada en el que hemos estado situados estos últimos años”, aseguró.

Relacionado

Ana Botín no se metió en ese jardín, pero sí en el de la recuperación económica. España “se va a salir del mapa”, afirmó, lo que fue entendido como un apoyo sin fisuras a la política económica de Sánchez. Y así lo entendió el presidente del Gobierno, que el viernes recogió el guante: “Varios destacados directivos han señalado en este foro que los próximos meses España se va a salir del mapa y que las previsiones se van a quedar cortas”, afirmó. “España va a superar todas las previsiones. Los optimistas van a quedarse cortos”, sentenció durante la clausura del foro.

Banqueros que se meten a políticos. Esperemos que Sánchez no se meta a banquero.