En Reino Unido existe una animadversión especial a todo lo español y de manera especial a lo que tiene que ver con el sector financiero, un sector en el que los anglosajones se sienten superiores al resto del planeta. Un ejemplo práctico de esto lo vimos cuando los británicos obligaron al Sabadell a mantener a sus directivos tras comprar TSB.

En esta línea, se filtró en enero de este año que el Santander de Ana Botín buscaba la manera de abandonar Reino Unido, cuando en realidad fue otro intento de las autoridades de forzar la salida del banco ‘españolo’.

Pues bien, ahora es Ana Botín quien reta al Gobierno del primer ministro Keir Starmer interesándose por la filial del Sabadell. No sólo no me marcho del país, uno de los mercados clave del Santander, sino que lucho por hacerme más grande pujando por TSB, entidad especializada en hipotecas, con unos cinco millones de clientes y un 2% de cuota de mercado hipotecario.

TSB atraviesa actualmente su mejor momento desde que el Sabadell se hiciera con él en 2015 por 1.700 millones de libras (unos 1.990 millones de euros). Las ofertas que se manejan ahora estarían entre los 2.000 y los 2.400 millones de euros.

Todo esto sucede en vísperas de la decisión del Gobierno sobre la OPA que lanzó el BBVA sobre el Sabadell hace más de un año. En este contexto, se presume complicada la venta de TSB ya que alteraría significativamente el perímetro del Sabadell. Ya veremos. En cualquier caso, el Santander ha vuelto a retar al Gobierno británico y le ha dejado claro que Reino Unido sigue siendo un mercado clave para el Grupo. Y los inversores así lo entienden, de tal manera que el Santander es el banco del Ibex que más sube en bolsa, este viernes.