Tras comprar Targobank a Credit Mutuel… con el dinero de todos los españoles, Abanca presentó este lunes un beneficio neto hasta de septiembre de 428,6 millones de euros, cuatro veces superior al de un año antes. Como le sucede al resto del sector, la subida de tipos de interés le ha permitido disparar el margen de intereses un 62,9%, hasta los 874,1 millones. La otra pata del negocio típico bancario, las comisiones, sólo aumentaron un 3,8%, hasta los 220,7 millones, según las cuentas publicadas este lunes.

Juan Carlos Escotet, presidente y dueño de Abanca, está aprovechando bien el momento, en su caso, además, beneficiado en sus orígenes por decisiones polémicas como la que le permitió hacerse con las antiguas cajas gallegas sin haber presentado la mejor oferta y con el inestimable apoyo de un tal Alberto Núñez Feijóo, entonces presidente de Galicia. Al final le pagó al FROB con retraso y con el dinero de las cajas… que habían sido rescatadas por el FROB. Genial.

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Dicho esto, las cuentas hasta septiembre están en línea con el sector, aunque llaman la atención, por un lado, el ratio de capital y, por otro, la eficiencia, el primero por exceso y el segundo por defecto.

Efectivamente, el ratio de capital total se situó en el 17,3%, esto es, 483 puntos básicos más que el requerido, lo que traducido en euros son 1.528 millones. Si nos fijamos en el CET1 -capital de máxima calidad- el exceso es de 470 puntos básicos, esto es, 1.487 millones de euros. ¿Eso es bueno? Pues depende de lo que vaya a hacer con ese exceso. Ya veremos.

Sobre la eficiencia, la entidad resalta que ha mejorado desde el 70,8% del tercer trimestre de 2022 y es verdad, pero el 52,3% alcanzado en septiembre no es como para tirar cohetes (recuerden, cuanto más bajo es el indicador, mejor). Sigue siendo muy elevada y podría ser la antesala, tras la compra de Targobank, de un ajuste de plantilla en 2024.