Vox ha presentado una querella contra Twitter y su representante en España, Nathalie Picquot, por bloquear la cuenta de esta formación política. 

Según publica ABC, Vox considera que el bloqueo de la cuenta de la formación supone una lesión de sus derechos fundamentales, la imputación falsa de un delito de odio y la comisión de otro de injurias y calumnias. En el escrito sostiene que se está vulnerando el derecho a la libertad de expresión de esta formación política en un periodo electoral, causando graves perjuicios contra su imagen y contra su capacidad de difundir su programa para los comicios, por lo que solicita la inmediata devolución de la cuenta como medida cautelar.

Vox sostiene que los derechos fundamentales vulnerados son el derecho a la información y el pluralismo político, «al aplicar una medida desproporcionada que se aparta de la interpretación constitucional de los límites de la libertad de expresión; el derecho a la participación política, al cerrar un cauce de participación de afiliados y simpatizantes y prohibir la difusión de unas determinadas ideas políticas; el principio de igualdad, al no interpretar del mismo modo las publicaciones de otras formaciones políticas·. Otro de los derechos vulnerados es el del honor, al «imputar falsamente un delito a Vox, difamando a esta formación al imputarle falsamente un delito de odio».

Finalmente, deja claro que «la red social Twitter no puede sustituir una decisión judicial, una facultad que se ha arrogado sin ser competente para ello». Y esto nos recuerda al senador republicano de EE.UU. Ted Cruz, dirigiéndose al CEO de Twitter Jack Dorsey¿quién le ha dado poder para decidir qué es lo que los norteamericanos pueden decir o lo que no pueden decir?