La cuenta de resultados de Atresmedia correspondiente al tercer trimestre del año demuestra que la televisión generalista agoniza. La tele que vive sólo de la publicidad cede ante las plataformas de pago, a pesar de que la imagen se ha convertido en la nueva estrella de la televisión. Es como si la gente empezara a cansarse de la publicidad y prefiriera pagar por los contenidos que le interesan, sean las series o el fútbol.

Pero hay un problema: la TV generalista es hoy el foco informativo por excelencia, más que la radio y que, desgraciadamente, el lenguaje escrito. Si la TV generalista cae, qué pasará con el porcentaje de personas, el más alto, que se informa única y exclusivamente por la tele.