José Félix Tezanos es el presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y también es afiliado del Psoe desde 1973. Es un socialista ‘pata negra’, antes ligado al ‘guerrismo’ y ahora al ‘sanchismo’, lo que le ha llevado a estar al frente del CIS y cocinar las encuestas al gusto del cliente. Tezanos no piensa dimitir a pesar del fracaso de su macro encuesta que le daba una horquilla al Psoe de 133-150 diputados (ha conseguido 120) y a Vox entre 14 y 21 (ha alcanzado 52). Así lo ha manifestado este lunes, durante un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Forum, y en el que también ha participado el ex gurú del PP hasta 2018, y actual presidente del Instituto de Estudios Sociales, Pedro Arriola.

A Tezanos -al Psoe- no le han gustado los resultados del 10-N, no tanto porque Pedro Sánchez haya perdido seis diputados, sino porque Vox ha ganado 28 y se ha convertido en la tercera fuerza, por delante de los camaradas -y camarados- de Unidas Podemos. Y entones es cuando hemos visto al Tezanos más radical que nos ha retrotraído a los peores momentos del Psoe, cuando no tenía límites.

Todo vale para atacar a la extrema derecha, inconstitucional y antisistema. Tanto es así que en el debate de La1, en la noche del domingo, la única voz discordante fue la de Pedro J. Ramírez. Todos los demás coincidieron en tachar al partido de Abascal de estar fuera de la constitución y de ir en contra del sistema.

 Lo que diferencia a Vox de todos los demás partidos es que defiende los principios cristianos -vida, familia, libertad de enseñanza y bien común- y es el único que ha puesto en solfa la ideología progre

Tezanos ha ido aún más lejos y ha sobrepasado todos los límites cuando ha comparado a Vox con los nazis. “En España hemos visto un proceso muy claro de blanqueo de la extrema derecha”, algo similar a lo que ocurrió en Alemania en los años 30, con el “blanqueamiento” de los nazis, hecho del que, según Tezanos, se arrepintió el excanciller Franz von Papen, quien admitió que fue un “enorme error” dar entrada “a los camisas pardas en el Gobierno”.

A ver si nos entendemos, Vox puede gustar más o menos, pero no es extrema derecha como la francesa o la italiana. Lo que diferencia a Vox de todos los demás partidos es que defiende los principios cristianos -vida, familia, libertad de enseñanza y bien común- y es el único que ha puesto en solfa la ideología progre que impregna a todas las demás formaciones políticas, incluido el PP. No es inconsitucional ni antisistema como sí lo es, por ejemplo, la CUP o lo era Unidas Podemos en sus orígenes y que, miren por dónde, blanqueó el Psoe sin ningún problema, como también ha hecho con Bildu.

Sánchez está encanallado y, con él, todo el Psoe. El líder socialista ha abierto la puerta a todos los partidos, menos a Vox, y lo hace mientras los CDR, en un acto democrático sin precedentes, cortaban la AP-7 -mañana del lunes- en la Junquera (Gerona), en uno de los puntos críticos para las exportaciones españolas. Por cierto, unos cortes que han pasado casi desapercibidos en RTVE. Al parecer, no son importantes.

Ya por la tarde ha comparecido Santiago Abascal, que no ha tardado en calificar a Tezanos de "miserable" por comparar a Vox con los nazis. Preguntado por el veto a los periodistas del Grupo Prisa, Abascal ha justificado la medida argumentando que el diario El País publicó una serie de editoriales en los que aseguraba que no se podía tratar a Vox como a los demás partidos y que había que aplicarle un cordón sanitario. Según Abascal, los medios de Prisa han sobrepasado los límites de la crítica legítima, por lo que mantedrá el veto a este grupo de comunicación.

Por cierto, Abascal ha sido de los pocos políticos que ha alabado a Albert Rivera en el día de su dimisión. Le ha reconocido, concretamente, su etapa en Cataluña, al igual que Pablo Casado, que lo ha hecho vía Twitter: "Ha sido un gran político y un patriota que ha defendido la libertad y la concordia donde más difícil era", ha escrito el líder del PP.