Mañana del lunes día 2, Día de Difuntos, este año festivo en Madrid. Un convoy militar protegido por la Guardia Civil (ver vídeo), pasea por El Paseo de la Castellana. Dos veces arriba, dos veces abajo. Por ejemplo, sorprenden los militares en su blindado con el cuerpo fuera junto a la ametralladora -por cierto, ninguno de ellos, son Santiago Abascal, ni Javier Ortega Smith...ni Macarena Olona. Salvo en el desfile del 12 de octubre, esa postura no parece muy lógica para moverse por la capital española. Resulta ligeramente intimidante.

Seguro que hay una explicación pero, en plena pandemia, alguien podría pensar que se trata de una maniobra de disuasión (estos son mis poderes) por parte del Gobierno Sánchez ante los disturbios de todos aquellos que están hasta el gorro de las medidas adoptadas  por el Ejecutivo contra el coronavirus. Medidas que no nos han salvado del virus, todo lo contrario, pero nos han convertido en un pueblo sumiso, dispuestos a entregar a su libertad a cambio de una presunta defensa del virus… que se ha demostrado falsa.

En cualquier caso, el paseo de blindados del Ejército de tierra por la columna vertebral de Madrid podría deberse a cualquier acto de homenaje a los caídos por la patria en el día de difuntos, o a cualquier otra necesidad castrense. Ahora bien, si ese era el objetivo, ¿resultaba necesario pasearse, dos veces arriba, dos veces abajo, con tres blindados, mientras Pablo Echenique aseguraba que los autores de los disturbios eran nazi-fascistas alentado por Vox?

Pero tranquilos. Al final, se trataba de una serie de Movistar. Ahora bien, la pregunta es: ¿quien permitió una grabación de este género en un momento como éste, con una pandemia y acusaciones cruzadas de vandalismo organizado con razones políticas? ¿Era el mejor momento para crear alarma ciudadana? ¿En serio?