Este jueves, está siendo un buen día para ver el asalto de los socialistas a las empresas públicas, sobre todo, en materia ferroviaria. A media mañana, se anunciaba que Isabel Pardo se convertía en la nueva presidenta de Adif y a mediodía, Isaías Táboas (más conocido por el sobrenombre de ‘Pancho’) pasaba a ser el máximo dirigente de Renfe.

Este último sustituye a Juan Alfaro, quien lo hizo bien en lo económico: el operador ferroviario logró su primer beneficio y redujo bastante las pérdidas en mercancías. Pero se esperaba el cambio porque Alfaro tenía algún ‘pecado’, aparte de ser nombrado por el PP: fue investigado en el Ayuntamiento de Madrid por su etapa como consejero de Madrid Calle 30 (empresa pública encargada del mantenimiento de los túneles de la M-30), un tema que Manuela Carmena no descarta llevar  a los tribunales.

Táboas no es un desconocido para Renfe: entre 1991 y 1996, fue su director de comunicación y relaciones institucionales, y luego, delegado territorial de patrimonio y relaciones externas para Cataluña y Aragón. Este licenciado en Historia tampoco es nuevo en política: mano derecha del socialista catalán José Montilla, fue director general de su gabinete siendo este ministro de Industria, Turismo y Comercio con Zapatero (2004-2006); después pasó a ser su secretario general de Presidencia cuando estaba al frente de la Generalitat (2006-2010); y más tarde, se convirtió en secretario de Estado de Transportes de Zapatero, cuando José Blanco (‘Pepiño’) estaba al frente del departamento de Fomento.