José Antonio Álvarez, consejero delegado del Santander ‘epató’ a propios y extraños cuando, durante la reciente presentación de los resultados del Grupo correspondientes al primer semestre y a la pregunta de qué ocurriría si el Gobierno Sánchez promulgaba un nuevo impuesto a la banca, respondió lo siguiente: “tendremos que repensar nuestra estructura legal”. Es decir, cambiar la sede, social y fiscal, del Santander. Marcharse del país.

Alguien debió decirle que a lo mejor se había pasado, y un mes después, en el Congreso de los Diputados, soltó esta otra frase marmórea: “el compromiso del Santander con España no está en cuestión”.

Con más discreción, en el BBVA de Francisco González (FG) se ha planteado exactamente lo mismo.

El cambio de sede social y fiscal de una gran entidad no es algo sencillo

Ojo, y ambos han hecho llegar el mismo mensaje al Gobierno, como si se tratara de un Isidro Fainé y el Gobierno estuviera presidido por el indepe Puigdemont: otro impuesto más y nos vamos de España.

Se dice por decir, porque cambiar de sede social y fiscal no es cosa de niños, sino tarea de titanes. Además, ¿dónde vas? Ahora bien, de las palabras de Álvarez dan cuenta del cabreo de los dos mayores bancos españoles, uno de ellos entre los 10 primeros del mundo, por la debilidad de Pedro Sánchez ante Pablo Iglesias y sus ideales puros.

Porque claro, tanto Santander como BBVA están hartos de la demagogia que implica lastrar a dos bancos internacionales, sometidos a la doble imposición (pagan allí y aquí) a un impuesto especial.

Otra decisión que deberá tomar Ana Botín es la de qué hacer con Santander España… ese banco inexistente

Y no, ni Ana Botín ni FG se fían de que el Gobierno haya renunciado al nuevo gravamen por una tasa sobre las transacciones financieras. Al estilo francés, por cierto.

Y en esta, llama la atención la no-decisión sobre Santander-España. Hablamos de un banco, y más tras absorber al Popular, que no tiene personalidad jurídica: es un banco con presidente, Rodrigo Echenique, pero sin consejo, lo que no deja de resultar extraordinariamente original. En España está la sede social y fiscal del Santander (Paseo de la Pereda, Santander, Cantabria) pero no existe Santander España.

Porque claro, si hablamos de cambiar la sede, nos encontraríamos, tanto en Santander como en BBVA, con la necesaria creación de Santander-España y BBVA-España, filiales de dos centrales ubicadas ¡vaya a usted a saber dónde!