Debe ser el jubilado que más trabaja de España. Rodrigo Echenique, que se supone ya no tiene cargos en el operativo del Grupo Santander, continúa liderando Santander España, segunda división del Grupo… aunque carezca de personalidad jurídica.

Pero, sobre todo, Rodrigo Echenique es el hombre de confianza de la presidenta Ana Botín. Fue él quien, junto al tío de Ana Patricia, Jaime Castellanos, advirtió sobre las verdaderas intenciones del italiano Andrea Orcel, quien aspiraba a ser CEO del Santander, pero con carácter anglosajón, con Ana Botín reducida a reina madre. Perdón, chairman. Las cosas no funcionan así en España, donde el nombre mismo de ‘presidente’ impone mucho.

La voz de alarma surgió cuando Orcel clamo su propio equipo y el cese de Rami Aboukhair

Fue Echenique quien diseñó la operación para que despedir a Orcel, inventándose un curioso gasto excesivo en retribuciones.

Lo cierto es que cuando el italiano pide la cabeza del director de banca comercial, Rami Aboukhair, se encienden todas las alarmas: Castellanos y Echenique advierten a Ana Botín de que Orcel quiere todo el poder y que los fondos, principales accionistas del Santander, apoyarán a un banquero de inversión como es Orcel, mientras la familia Botín no alcanza el 0,7%.

Orcel se cabrea y se marcha a dos sitios: al Financial Times y a los tribunales, pero sobre todo al primero, para hacer todo el daño posible a la reputación del Santander.

Al final, Echenique es el jubilado que más trabaja de España. El hombre de confianza de la presidenta

Pues bien, ahora es Echenique quien dirige la defensa del Santander contra Orcel, donde se juegan unos pocos millones, aunque ya no se juegan el poder.

Y también -el jubilado que más trabaja de España, como creo haber dicho antes-, Echenique está trenzando la ‘leyenda’ Ana Botín. En plata: que los fondos propietarios del Santander perciban a Ana Botín con una banquera con estrategia… con la estrategia de ser un banco doméstico y global, en un mundo donde la banca vegeta y solo sobrevivieron los bancos y los fondos de inversión. Por supuesto, globales, así como los bancos digitales y las financieras. En definitiva, triunfan aquellos que no realizan ninguna función social. Vamos, aquellos que si desaparecieran mañana, el mundo no se hundiría. Si desaparece el sistema de pagos del país –la banca al por menor- el mundo seguirá funcionando… pero tendríamos un problema.

Ya no tiene ningún cargo ejecutivo, pero sigue liderando Santander España, la segunda unidad del Grupo

La prueba la tienen en Lehman Brothers, un 25% del total de la duda corporativa en su poder. No pasó nada cuando quebró. Un banco doméstico es algo mucho más importante.

¡Trabaja Rodrigo, que sólo tienes 73 abriles!