Pedro Sánchez está empeñado en el frente popular, aunque recibe no solo presiones internas, como sabemos, sino también de Bruselas y París, o mejor dicho, de su amigo Emmanuel Macron que le sugiere que ‘se piense’ lo del acuerdo con Podemos, a pesar de que el presidente francés se congratula en público por la posibilidad de que haya un Gobierno cuanto antes en España. Es la misma imagen ofrece la capital comunitaria que, ante los medios, valora que se haya desbloqueado la situación para insistir en que “no prejuzgan” y en que no se inmiscuyen en situaciones internas de cada país. Pero de sobra es conocido que la Comisión Europea mira con atención a España preocupada por la coalición PSOE Unidas Podemos, mientras tiene en la cabeza lo ocurrido con Gobierno de Italia que, de la mano de Matteo Salvini, puso en jaque las relaciones con las instituciones europeas.

Y si París y Bruselas no las tienen todas consigo, tampoco EEUU que se muestra reticente al acuerdo, como era previsible. Con el anuncio del Gobierno de coalición se ha materializado lo que contamos en Hispanidad hace unas semanas respecto a las cartas enviadas por el embajador Richard Duke a Washington en las que advertía de la inclinación de Pedro Sanchez por los regímenes neocomunistas como el de Nicolás Maduro “de ahí que su socio preferente sea Podemos, vinculado estrechamente con la dictadura de Venezuela”, se argumentaba en las misivas.

Emmanuel Macron sugiere a Sánchez que ‘se piense’ lo del acuerdo con Podemos, a pesar de que el presidente francés se congratula en público por la posibilidad de que haya un Gobierno cuanto antes en España

Así que…para dar valor a su proyecto de Gobierno y buscar el respaldo de las bases, el presidente en funciones ha decidido que va a consultar a los afiliados. Fuentes de Moncloa, que reconocen esa apuesta prácticamente inamovible de Sánchez por un Gobierno de coalición con Podemos y que hay presiones no solo internas sino también externas, da por hecha la victoria del “si” porque nunca antes, en el seno del PSOE, los militantes fueron “más de izquierdas” que la propia Ejecutiva.

Solo hay que recordar cómo la noche del 10N, los militantes del PSOE se concentraban a las puertas de Ferraz, para gritar: "Ahora sí, pero con la izquierda", grito acompañado de carteles en los que se leía: "con Iglesias, sí". Con este mensaje, los concentrados repetían la misma escena del 28 de abril, cuando la militancia exigió al presidente en funciones que "con Rivera, no".

Pedro Sánchez da por hecha la victoria del “si” porque nunca antes, en el seno del PSOE, los militantes fueron “más de izquierdas” que la propia Ejecutiva.

La cita para dar su bendición a la coalición con Unidas Podemos es el próximo sábado 23 noviembre, fecha que el presidente del Gobierno en funciones anunciaba en una carta enviada a los militantes para pedir que ratifiquen el acuerdo de lo que será el "primer gobierno nacional de coalición en la historia de nuestra democracia reciente". Por cierto que, en la carta, Pedro Sánchez lanza varios mensajes de tranquilidad a la Unión Europea dando a entender que Unidas Podemos tiene claro que todo esto será "cumpliendo con los compromisos económicos y presupuestarios que derivan de nuestra firme apuesta europea” e intentando neutralizar el temor que despierta su pacto. Esgrime, además y como mejor garantía del cumplimiento con Bruselas, que mantiene su promesa de que la vicepresidenta económica del futuro gobierno de coalición será Nadia Calviño.

Bruselas mira con atención a España preocupada por la coalición PSOE Unidas Podemos, mientras tiene en la cabeza lo ocurrido con Gobierno de Italia que, de la mano de Salvini, puso en jaque las relaciones con las instituciones europeas

Pero, el presidente en funciones, que da por hecho el apoyo de las bases, que son fieles y se lo darán el 23N, sabe que no tiene el respaldo de algunos de los que fueron en su día pesos pesados del PSOE, como Felipe González, aunque dudo, personalmente, que eso le importe demasiado. “No me parece necesario”, decía González a los medios cuando estos le preguntaban si había felicitado a Pedro Sánchez para añadir que siente orfandad política “como muchos de los jóvenes de este país”. Estamos ante el mismo González que, durante la celebración del Foro La Toja Vínculo Atlántico, y en plena charla distendida con Mariano Rajoy dijo, entre otras cosas, “olvidémonos del sentimiento trágico de la vida tan tradicional en España, porque tan diferentes no somos".

Y si algunos ex dirigentes del PSOE como el propio Gonzáles, Rodríguez Ibarra o Leguina, continúan dando la batalla con sus manifestaciones y sus críticas al acuerdo, también lo están haciendo en el PP para que Pedro Sánchez desista de su alianza con Pablo Iglesias y se incline por Pablo Casado. Se especula incluso con que, el propio Mariano Rajoy, podría estar alentando un pacto PP-PSOE y que, a raíz de ese encuentro con Felipe González en La Toja, habría solicitado el apoyo del ex presidente socialista para intentar forzar ese viraje de Sánchez que, a día de hoy, parece imposible.