El déficit del Estado ha pasado del 0,43% del PIB al 0,60% del PIB en un año (de 31 de marzo frente a 31 de marzo de 2019). Y es que creció en los cuatro primeros meses del año un 39%, hasta 8.195 millones de euros equivalentes al 0,65% del PIB. 

Desde el Ministerio de Hacienda detallan que esto se debe a un incremento de los recursos del 0,4%, frente a una acentuación de los gastos del 3,8%. Asimismo, justifican esta subida con el aumento del sueldo de los funcionarios y de las pensiones que entró en vigor el 1 de enero de 2019 ha disparado el gasto público. 

Ahora bien, la culpa ya no la tienen las Comunidades Autónomas que sí parecen cumplir, pasando de un déficit del 0,11% al 0,10% del PIB en tasa interanual. Y es que la Administración regional disminuye su déficit un 3,4%, hasta los 1.234 millones. Esta evolución se explica por un incremento de los recursos del 5,1%, superior al aumento de los empleos del 4,9%.

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Por su parte, el sistema de la Seguridad Social está fuera de control: pasa de un déficit de 1.352 en 2018 a 3.717 millones de euros. Es decir, crece del 0,11% al 0,30% del PIB. Y es que al Estado apenas le llega para pagar las pensiones contributivas (invalidez, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares) alcanzan un importe de 36.420,95 millones de euros, y que crecen a un ritmo del 7,08% anual. La SS vive a costa, no de sus ingresos, sino de los del Estado.