• El fundador y socio de Mediapro se sale con la suya, pues trabajan para él tanto el secretario de Estado para el Deporte como Javier Tebas.
  • Sin embargo, ambos deberían ser sus oponentes, ya que son el regulador gubernamental y el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, respectivamente.
  • Por ahora, no se impondrá el modelo inglés en el reparto de los derechos del fútbol: no todos los clubes cobrarán lo mismo por la retransmisión de los partidos de Liga.
  • Es decir, Real Madrid y Barça seguirán siendo los grandes vencedores y los clubes pequeños, los más perjudicados.
  • Paralelamente, Telefónica intenta captar al equipo culé, con el que está a punto de alcanzar un acuerdo.

Parece que al final el socio fundador y propietario del 33% de Mediapro, Jaume Roures (en la imagen), se va a salir con la suya. En concreto, ha logrado retrasar el decreto ley sobre los derechos del fútbol. Pero no lo ha hecho solo, sino con apoyo del secretario de Estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal.

Pero Roures también cuenta con la colaboración del presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, con el que tiene una buena relación. Es más, ambos crearon la sociedad Spanish Soccer International Marketing IAE, aunque recalcaron que "no es una sociedad entre Roures y Tebas, sino entre la LFP y Mediapro" para vender la marca Liga en todo el mundo.

De esta manera, tanto Cardenal como Tebas, que deberían ser los oponentes de Roures por su función de regulador gubernamental y representante de la patronal de clubes, son paradójicamente lo contrario. Es decir, sus colegas y trabajan para él. Además tanto el presidente del CSD como el de la LFP no se llevan especialmente bien con el máximo dirigente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, con quien han tenido más de un enfrentamiento.

Volvamos al decreto ley sobre los derechos del fútbol. Un tema que trae cola, pues por presiones, lleva bastante tiempo en los cajones del Gobierno. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, presumió de haberlo detenido, aunque unas semanas después lo relanzó el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, dando así un varapalo al Madrid y al Barça.

El titular de las arcas públicas se vio obligado a inmiscuirse en un asunto de su colega en el Ejecutivo José Ignacio Wert, pues quería cobrar el dinero que le deben los equipos de fútbol. Con este movimiento se preveía que el famoso decreto se aprobara a finales del año pasado y entrara en vigor en la temporada 2016/2017, aunque habría dos años transición -una 'pequeña' cesión ante los grandes clubes-.

Sin embargo, el decreto aún no se ha aprobado y su retraso es un triunfo para Roures. Recuerden que esta medida iba a imponer el modelo inglés de café para todos en el reparto de los derechos del fútbol, es decir, que todos los equipos cobren lo mismo por la retransmisión de los partidos de Liga. Tebas estaba en contra, cediendo así ante Florentino, pues no veía "justo el mismo modelo de reparto".

Es decir, Real Madrid y Barça seguirán siendo los grandes vencedores y los clubes pequeños, los más perjudicados. Esto no es baladí porque los dos grandes equipos, tanto el merengue como el culé, se repartían hasta ahora la mitad del pastel de los derechos del fútbol (151 y 152 millones por temporada respectivamente). Además la tarta iba a aumentar de tamaño, pasando de 700 millones a 1.000 millones por temporada, aunque esto no iba a ser nada fácil.

En la actualidad, los clubes de fútbol tienen unos ingresos audiovisuales de 800 millones (600 millones proceden de los operadores nacionales y 200 millones del mercado internacional). Cifras que son muy inferiores a las de la Premier League (1.500 millones y 700 millones, respectivamente). Otro problema es el número de abonados a la televisión de pago: en España son sólo 4,3 millones, mientras que en Reino Unido son 15 millones. Y a todo esto se une el tema de la piratería, que reduce los ingresos en unos 150 millones.

Otro asunto pecuniario y que motivó la intromisión de Montoro es la deuda. Tebas aseguró hace tres meses que "en la temporada 2019/20 no existirá la deuda del fútbol español con la Agencia Tributaria". Al excluir a Madrid y Barça, la deuda viva de los equipos de la Liga BBVA era de 1.960 millones el pasado mes de diciembre.

No es la primera vez que Roures se sale con la suya, ya lo hizo en 2012, cuando se negó a cerrar Gol TV y consiguió que emitiera ocho partidos cada jornada -uno de ellos del Madrid o del Barça, más uno de los clásicos, gracias a Tebas-, frente a los nueve de Canal Plus. Aunque Gol TV desapareció de las plataformas de cable.

Pero aún estamos a tiempo de que alguien se atreva a dar un puñetazo encima de la mesa para que el decreto salga adelante. ¿Rajoy, Soraya…? El tiempo lo dirá. Roures tiene firmados contratos con la mayoría de clubes, entre ellos con los merengues, y Telefónica intenta captar a los culés, con los que está a punto de alcanzar un acuerdo. Tampoco se debe olvidar que el contrato de Mediapro acaba en junio, así que habrá un concurso de licitación pública para retransmitir los partidos de Liga, coordinado por Tebas. Entre las candidatas a llevarse el gato al agua está la compañía que preside César Alierta, que puja con Al Jazeera por comprar los derechos. Curiosamente el canal qatarí es cliente de Mediapro desde hace 15 años, según ha afirmado el propio Roures en una entrevista con El Mundo, sin descartar pujar juntos. "Cuando se habla de Al Jazeera y Mediapro hay una nube oscura que con otras operaciones de otras empresas no sucede", ha añadido. 

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com