Tras desvincularse Unicaja de la fusión con Liberbank, dado que esta última viene a remolque desde hace varios años, Unicaja empuja con buen ritmo en Bolsa tras la publicación de resultados. La volatilidad viene siendo elevada desde que cerró el viernes pasado a un precio de 0,818€/acción. El título ha pasado de 0,820€ a 0,835€ dos veces durante la mañana de este lunes, en la que ha presentado sus resultados hasta septiembre, manteniéndose en el entorno de los 0,826€ y reflejando una subida del 0,92% para los que se han levantado a primera hora.

La entidad que preside Manuel Azuaga obtiene un resultado neto de 159 millones de euros, por lo que exhibe un 11,8% más que en el tercer trimestre de 2018. No cabe duda de que esta es una buena noticia para sus accionistas.

Se puede decir que Unicaja ha hecho una ‘puesta a punto’ en todas las partidas importantes de la cuenta. Respecto al mismo periodo anterior de 2018, han mejorado las comisiones un +5,1%, el margen bruto un +6,8% y los gastos de explotación caen un 2,5%. Todo ello se traduce en un +22,9% de margen de explotación, de 331 millones antes de saneamientos. Sin embargo, el margen de intereses, continúa cayendo (lo ha hecho en un 3,3% respecto de 2018) en consonancia con la caída de tipos del BCE. De hecho, el incremento de las comisiones no deja de ser un traslado de la reducción de los tipos ante la imposibilidad, por motivos comerciales, de las entidades de trasladar dicha reducción a los saldos de sus depositantes en forma de tipos de interés negativos.

Si hablamos de dudosos y activos adjudicados, uno de los problemas que arrastra la entidad desde la crisis financiera, los activos no productivos, en otras palabras, o NPA por sus siglas en inglés, disminuyen más de un tercio en 12 meses

Por el lado del pasivo, los recursos en balance han caído un 1,4%. Sin embargo, los saldos a la vista del sector privado crecen un 3,2% y los saldos de clientes totales, en balance y fuera, han crecido en igual porcentaje. La reducción de tipos de interés, de activo y pasivo, expulsa a los clientes fuera del balance de la entidad y les obliga a tomar riesgo si quieren rentabilizar su dinero.

Destaca el crecimiento de la clientela digital, que pondera un 39% y, de ese porcentaje, el 72% realiza sus operaciones a través de la banca digital, que además en este año incorporan Samsung Pay y Google Pay. No obstante, sigue contando con una red de 1.500 cajeros operativos donde 1.100 permiten ya nuevas operaciones.

Si hablamos de dudosos y activos adjudicados, uno de los problemas que arrastra la entidad desde la crisis financiera, los activos no productivos, en otras palabras, o NPA por sus siglas en inglés, disminuyen más de un tercio en 12 meses, unos 1.378 millones de euros, afectando por lo tanto al nivel de cobertura, que se sitúa en un 53%. Además, la ratio de morosidad que permanecía un tanto elevada -7,5% hace un año-, se sitúa en septiembre en el 4,7%.

Pero lo que de verdad le interesa al accionista es la rentabilidad de su inversión, la de los fondos propios, que se ha situado en el 5,4% a septiembre de 2019 cuando al cierre de 2018 estaba en el 4%

En cuanto a las exigencias de solvencia por parte del regulador, Unicaja presenta buenos porcentajes de 15,4% en su ratio CET1, siendo una de las más altas del sector. Si lo transcribimos en cifras, la entidad excede en 1.563 millones de euros los requerimientos del BCE. Pero lo que de verdad le interesa al accionista es la rentabilidad de su inversión, la de los fondos propios, que se ha situado en el 5,4% a septiembre de 2019 cuando al cierre de 2018 estaba en el 4%.

La entidad parece que, sin grandes alharacas, va saliendo de la pesada digestión que le supuso la crisis. La acción lo va notando aunque el entorno no ayuda: tipos bajos, y por bastante tiempo, para financiar los déficit públicos y la desaceleración económica.