Ha presentado Unicaja sus resultados del primer trimestre de este año esta mañana de lunes. Francamente, no parecen malos, a pesar de que los 46 millones de euros de beneficios resulten un 27% menos que en igual periodo del año anterior. Tan dolida está la dirección de la entidad con esta circunstancia (los resultados son buenos, pero no lo parecen) que no hace más que explicarnos que la diferencia es debido al Covid-19. Vamos a ver que no es así. Más bien diríamos que no siendo buenos por cantidad, tal vez sean los mejores que publica Unicaja en mucho tiempo, por transparencia.

El margen de intereses fue de 140 millones de euros. Vienen cayendo muy poquito a poco desde el segundo trimestre de 2019, y en el último año acumula una caída del 3,4%. Mala noticia, porque este margen sustenta la cuenta de resultados y lo que no se saca aquí, hay que sacarlo por comisiones. De hecho, si sumamos a este margen los ingresos por comisiones, la entidad recauda ahora 201 millones de euros, mientras que hace un año recaudaba 200 millones de euros. Con tipos tan bajos no queda más remedio. Otros aditamentos al margen de intereses, además de las comisiones, nos llevan al margen bruto, pero como vamos a ver, predomina la estabilidad de ingresos.

Así, la entidad consigue un margen bruto en este primer trimestre, de 254 millones de euros. Muy superior al del último trimestre de 2019 (+13,9%) y ligeramente inferior al del mismo periodo de 2019 (-1,6%). La verdad es que, en el fondo, el margen de intereses de este trimestre (primero de 2020) está en la media de los últimos cinco periodos de igual longitud temporal: 252,4 millones de euros. Hasta aquí, podemos adquirir el argumento.

Pero cuando llegamos a deterioros, no tanto. La entidad insiste en que el Covid-19 le ha supuesto un incremento de saneamientos en este primer trimestre, en el que ha registrado 44 millones en total, de los que 25 millones corresponden al coronavirus. Es decir: exCovid-19 habrían sido 19 millones de euros. Cuesta creerlo, porque, aunque los dos primeros trimestres de 2019 estaban por encima de esa cifra (23 millones de euros cada trimestre), en los dos últimos la cifra se disparó a 181 millones de euros en total. Nuestra opinión es que Unicaja está aprovechando el Covid-19 para periodificar mejor sus necesidades de saneamiento, en lugar de dejarlas para la segunda mitad del año en espera de que algo pasase y arreglase su todavía algo maltrecha cartera de activos.

En una palabra: este resultado que ahora publica Unicaja, nos parece más creíble que los de los últimos cuatro trimestres con sus altibajos en el reconocimiento de deterioros.

La morosidad ha caído mucho (ha pasado del 6,3% al 4,6%) en el último año, pero esta reducción no se ha aprovechado para aumentar de manera sustancial el ratio de cobertura (ha subido al 54% desde el 52% en el último año) como, por ejemplo, ha hecho el BBVA. Así que el esfuerzo Covid-19 no lo vemos.

De liquidez vamos bien, y ya saben lo importante que es esto desde el caso Banco Popular, y máximo en situación de crisis: 335% de ratio LCR. La solvencia va subiendo y la ratio de CET 1 fully loaded está ya en el 14,1% desde el 13,3% de hace un año.

La rentabilidad de los activos y de los fondos propios es del 4,7% y del 0,3%, respectivamente. Bajas ambas. La entidad pretende que sin el efecto Covid-19 serían similares a las de hace un año (también bajas, pero no tanto):6,6% y 0,5%. Creemos, por todo lo dicho antes, que es ahora cuando Unicaja está contando bien las cosas. Ya saben que en tiempos de epidemia es bueno confesarse y dejar el alma limpia.