Iberdrola ha publicado este miércoles sus resultados del ejercicio cerrado en 2020. Por fin, traemos buenas noticias de un grupo tras el año pandémico en lo que respecta a su evolución del beneficio neto desde 2019. El beneficio neto reportado del grupo en 2020 ha sido superior en un 4,2% al de 2019, pasando de 3.466,4 millones de euros (M€) a 3.610,7 M€. Una cifra que pese a ser inferior a las expectativas del mercado, que pronosticaban un resultado de 3.690 M€, no han hecho que se diera una “piña” en bolsa. De hecho, la acción de Iberdrola ha subido más de un 1% tras la publicación de sus resultados. Además, también ha mejorado en 2020 su flujo de caja operativo en iguales términos comparativos, en un 1,6%. Vayamos con el estudio de las principales cifras que componen la cuenta de resultados de la eléctrica que dirige Ignacio S. Galán.

La facturación del grupo, o sea, los ingresos, en este aciago 2020, ha descendido en un 9% respecto a 2019, pasando de 36.437,9 M€ a 33.145,1 M€. Pese a ello, como ya adelantábamos, este impacto en su cifra de ventas no se ha visto reflejado en el resultado, de manera comparativa con el año anterior. El margen bruto del grupo, es decir, ingresos brutos menos gastos, únicamente ha sido inferior en un 0,7% respecto a 2019, lo que nos indica el elevado esfuerzo que ha realizado Iberdrola por disminuir sus gastos recurrentes en 2020.

La inversión asciende al récord de 9.246 M€: el 52% se dedica a energías renovables, un 42% más que hace un año; y el 39% al negocio de redes

Vayamos ahora con la capacidad de generar recursos del grupo y nos gusta el Ebitda para analizarla, no es nada nuevo, así que vayamos con su análisis. El Ebitda reportado de Iberdrola de 2020 ha descendido en un 0,9% con respecto al cierre del año anterior, pasando de ser de 10.104 M€ a 10.010,2 M€. El mayor impacto de esta variación del Ebitda entre períodos se debe principalmente a una reducción del Ebitda reportado del 9,2% entre períodos de su negocio de redes.

De igual manera nos ha parecido especialmente relevante en el análisis de los resultados de 2020, que la cifra de inversión bruta haya alcanzado un récord histórico. Su inversión en el período ha ascendido hasta los 9.246 M€, destacando el porcentaje dedicado a las energías renovables, que tan bien suenan pero que aun no se sabe tanto para qué sirven: de un 52%, un 42% superior al del año anterior de acuerdo con su plan 2020-2025. También dedica un 39% a su negocio de redes. Como bien es sabido por todos, los grandes cambios son costosos pero como dicen, renovarse o morir.

La deuda neta se sitúa en 35.142 M€, inferior en 1.030 M€ a la de 2019. Y esto repercute en el ratio deuda neta/Ebitda, que pasa del 3,7 al 3,5

Vayamos finalmente con un breve análisis de la deuda del grupo. La deuda neta ha ascendido a 35.142 M€, inferior en 1.030 M€ a la registrada a cierre del ejercicio anterior, esto es un 2,74% menos. De igual manera, ha ocurrido un descenso en la ratio deuda neta/Ebitda, pasando de 3,7 en 2019 a 3,5 en 2020, en igual análisis comparativo.

Conclusión: la cifra de ingresos de Iberdrola ha sufrido un descenso en 2020 respecto al año anterior. Sin embargo, el beneficio neto reportado ha sido superior en un 4,2%, lo que evidencia la buena gestión llevada a cabo por el grupo durante el período. Además, pese a que las expectativas del mercado apuntaban a un resultado superior, la acción de Iberdrola ha aumentado más de un 1% tras la publicación de sus resultados, así que, por ahora, daremos un voto de confianza al grupo y a sus gestores. Y también ha aumentado su plantilla: 3.800 contrataciones en 2020.